Entre Jáltipan y Cosoleacaque, la necesidad del transporte fluvial obliga a los habitantes de la zona utilizar más que el ingenio, sus fuerzas para conducir la única panga que permite cruzar de un municipio a otro a través del río que las divide.


“Cero contaminación”, bromean entre quienes tienen la necesidad de hacer uso de este cruce; debido a que con sus manos realizan las maniobras necesarias para hacer útil la panga que con anterioridad servía de transporte que funcionaba con un motor a gasolina.


Sin embargo, después de que por un largo periodo de tiempo se ha mantenido descompuesto este motor, las personas que desean cruzar lo hacen tirando con gran fuerza de las cuerdas que fueron colocadas para hacer avanzar este aparato.


Medio en el que diariamente se transportan también las motocicletas que los usuarios conducen en los municipios de Jáltipan o Cosoleacaque; en donde ninguna de sus autoridades ha puesto atención a esta problemática que representa la falta de rehabilitación de esta panga.