El PAN está vivo, está consciente; con sus virtudes y sus defectos, con el amor de millones y el desamor de los chairos.

Morena solito se dio un balazo en el pie y nos demostró que su bandera anticorrupción e impunidad era sólo de dientes pa’ fuera. Que lo que quería era el poder y el dinero. Nunca un secretario de Gobernación había sido vinculado al crimen organizado a ese nivel y con ese descaro.

Nunca los hijos de un presidente habían sido los protagonistas de negocios y excesos, al grado de que una nuera fuera cabildera de una petrolera mundial y viviera –gratis– en la casa de una de esas empresas.

El escándalo es mayúsculo: la violación al principio de austeridad de un tipo minimalista financieramente (sólo en lo individual, ha quedado claro) como Andrés Manuel es nuclear, y el cinismo es absoluto con personajes como Dato Protegido y Gutierritos. Noroña y la esposa –no funcionaria– que vuela por todo el mundo con él a reuniones de Estado; los ‘no morenistas’, como el exFonden Chema Tapia, con depas multimillonarios en Miami, o Luisa Alcalde, la dueña del edificio en la Roma, junto con su hermana, la fiscal de la CDMX, que nadie se explica cómo lo construyeron.

La ciudadanía –que no les dio el Congreso, pues quedaron 54% vs. 46% de la oposición, sino que se lo robaron de la mano de Guadalupe Taddei y Mónica Soto– no encuentra hacia dónde canalizar la frustración, el hartazgo y la zozobra sobre hacia dónde llevan al país.

Por eso es tan necesario lo que ocurrió el sábado 18 de octubre.

(Especial)

El relanzamiento de Acción Nacional, partido que sacó al PRI de 70 años en Los Pinos. El partido del empresariado y de la clase media. La marca del presidente Felipe Calderón, quien emprendió por primera vez la lucha contra el crimen organizado en México y que tuvo la visión de lo que podría suceder si no se les combatía. Y lo dijo Gerardo Ruiz Mateos en París: si no los combatimos tendremos un presidente narco, y la Casa Blanca lo aseguró en los tiempos de la ‘4T’.

El horno, definitivamente, sí está para bollos y nuevas fórmulas.

El PAN está vivo, está consciente; con sus virtudes y sus defectos, con el amor de millones y el desamor de los chairos.

Ese PAN, que ha tenido que aprender de esta dura etapa en la historia de México, en presente, sin filtros y sin red. Ese PAN, que por lo visto el sábado pasado, más que guardar silencio tras la elección, miró hacia adentro y decidió construir una nueva plataforma incluyente, al abrirle las puertas de par en par a las candidaturas ciudadanas.

Pues los mexicanos manejamos una doble moral despreciable. A la oposición le piden caras nuevas, como si eso ofrecieran Morena, el PT y el Verde. Todos vienen de los mismos partidos PAN, PRI, PRD, PT, Morena y Verde, aunque sea más negocio que partido.

Tal cual se lo recordó Acosta Naranjo a Pablo Gómez en el INE cuando discutían la ilegal sobrerrepresentación tras la elección. “Nosotros no hemos cambiado, Pablo, ustedes sí. Los únicos congruentes han sido los del Verde que siempre han estado sobrerrepresentados”.

Fusión de la sociedad civil con la vida partidista

El PAN que no salía a marchar, pero le llenó el Zócalo a AMLO, hizo de este recurso ciudadano su bandera para su relanzamiento. Rompió sus propios paradigmas. Fue el Frontón México, una vez más, el epicentro de la renovación de votos y compromisos con los principios que lo vieron nacer hace 86 años (1939).

Caminaron del Frontón al Ángel, como un símbolo de libertad, como un mensaje de poder y capacidad frente al Estado; como un reto al status quo que pretende destruir todo lo que no sea color guinda ni se ponga de rodillas.

Militantes panistas al finalizar la marcha del relanzamiento del Partido Acción Nacional (PAN) que partió del Monumento a la Revolución rumbo al Ángel de la Independencia. (Cuartoscuro)

Estuvieron ahí las y los panistas de los últimos 25 años: los nuevos veteranos como Santiago Creel o Margarita Zavala.

Obvio también estuvo presente y muy apapachadora la presidenta de la Cámara de Diputados, Kenia López Rabadán, así como Mariana Gómez del Campo, mujeres guerreras desde las fuerzas juveniles del partido.

También dieron la cara quienes representan la nueva sangre que se niega a rendirse en el momento más oscuro de México, en el año que desean aniquilar la justicia y la democracia. Caras y nombres frescos como la poblana Carolina Beauregard; Noemí Luna, actual diputada federal; Luisa Gutiérrez, presidenta del PAN CDMX, y Daniela Álvarez, presidenta del PAN Chihuahua, quien denunció las clínicas móviles de Andrea Chávez y sus actos anticipados de campaña. Alcaldesas y alcaldes con miras a gobernar sus estados, como Ceci Patrón en Mérida, Miguel Varela en Zacatecas o Antonio Astiazarán en Hermosillo,vinieron al centro del país a darle fuerza al PAN. También estuvo el líder nacional de los alcaldes, Mauricio Tabe, quien ha demostrado con su trabajo en Miguel Hidalgo que no se conforman con simples claras, que sirven la proteína política completa, como debe ser (huevos enteros).

(Especial)

Gobernadoras en turno como Tere Jiménez, a quien por más que le inventan que su marido le habla al oído, ha quedado demostrado que es autónoma y capaz. O Maru Campos, quien a pesar del dolor de la reciente pérdida de su esposo, antepone la causa que es Chihuahua y México, y saca fuerzas de esa convicción que la ha llevado a gobernar uno de los estados más grandes de nuestro país. Mauricio Kuri no se midió, pues propios y extraños aseguran que ya entregó su estado, Querétaro. ¿Será por eso que llegó al relanzamiento como morenista, con Rolex y cinturón Hermès?

Nada en México es perfecto, pero es nuestro

(Especial)

Y lo que es de uno se defiende, tal cual lo dijo Jorge Romero en su discurso. No debemos permitir que México se rompa. La sociedad debe ser el pegamento que una las voluntades, los sueños y la estabilidad de las familias que aquí vivimos y que hacemos enorme este país. Además, hay que reconocerle que cumplió su palabra de abrir el PAN a todas y a todos, sin necesidad de ser políticos. Enhorabuena por Jorge Romero, quien cumplió su palabra.

Dicen que los tiempos de la vida (algunos dirán que de Dios) son perfectos. El relanzamiento del PAN sucedió cuando tenía que suceder. Un PAN sin PRI, es lo que marca el destino. Que sea para el bien de todas y de todos. México se lo merece.

¿O vamos a dejar impunes a los de Morena?