No obstante ser la sede del Ayuntamiento, el histórico edificio del palacio municipal de Acayucan, carece de vigilancia efectiva y más allá de su perímetro de pasillos al tener solo a una persona, como vigilante y sin armas.
A diferencia de otros municipios de la zona, donde ya sea la Policía municipal o vigilancia privada, se encarga del cuidado del palacio municipal, en Acayucan, donde en tres ocasiones, ha denunciado la regidora cuarta, Paola Garcia González, un ataque a sus oficinas ubicadas en el segundo piso; no existe un servicio que garantice seguridad al inmueble.
El 25 de septiembre pasado, personal de limpieza descubrió que en algunas puertas de las oficinas ubicadas en el primer piso, aparecieron papeles pegados con una amenaza “Sigues tu paloma”, apodo con el que se conoce a la presidenta municipal, Rosalba Rodriguez Rodriguez.
Antes que esa amenaza, el 20 de septiembre, la regidora cuarta, de simpatía y procedente del partido Morena, Paola Garcia González, había denunciado un segundo ataque a su oficina, ubicada en el segundo piso. Dijo entonces a la Fiscalía general de justicia del estado (FGJ) que habían disparado contra sus ventanas, seguramente desde la calle Guadalupe Victoria, en pleno centro de la ciudad.
El 16 de octubre, volvería a denunciar un hecho similar, al descubrir un nuevo agujero en el cristal de sus ventanas, asegurando que se trató de un impacto de bala de arma de fuego. No lo pudo demostrar pero si denunció nuevamente ante la Fiscalía.
El 22 de octubre denunció la presidenta municipal, Rosalba Rodriguez Rodriguez, un ataque a su vivienda con una bomba molotov.
El Palacio municipal pese a todos esos incidentes, no ha recibido alguna modificación que refuerce la seguridad del edificio. Dos personas civiles, se encargan de cuidar el acceso principal en horario hábil, fuera de ese periodo laboral, el inmueble queda bajo resguardo de un solo sujeto, sin armas y equipo que pudiera activar la alarma.
Esta misma persona, se encarga de monitorear cuatro cámaras de video vigilancia que solo apuntan hacia el acceso principal y los pasillos laterales. Es todo.
Tanto el parque central que se ubica enfrente del Palacio, así como el pasillo que separa a la plaza con la parroquia de San Martin Obispo, carece de vigilancia policiaca.
Hasta el momento se desconoce oficialmente cuantas personas han sido contratadas para ser policías municipales, los cuales han sido vistos a bordo de patrullas, pero sin armas y haciendo compañía a elementos de la Secretaría de marina armada de México (SEMAR), quienes son los que realizan la labor de prevención del delito, desde el inicio de la presente administración.


