En un ambiente de reflexión y diálogo sobre el papel de los padres y educadores en la formación de las nuevas generaciones, Encuentro Coatza concluyó sus actividades con la presentación del libro “Educar es un riesgo”, del sacerdote y pedagogo italiano Luigi Giussani, evento que tuvo lugar en la Casa de Cultura de Coatzacoalcos.

Durante la charla, el Presbítero Amado Ruiz Gordon, Vicario de Pastoral de la Diócesis de Coatzacoalcos, destacó que educar implica un acto de confianza y libertad,tanto para quien enseña como para quien aprende.

“Educar es un riesgo porque requiere soltar al hijo, dejarlo vivir su libertad, confiar en la formación que le diste. Si tú estás seguro de la educación que le has brindado, él o ella sabrá responder, aun cuando se equivoque. educar es atreverse a correr ese riesgo”, expresó el sacerdote ante los asistentes.

Por su parte, la maestra María Angélica Kolbach, docente del Colegio San José de Peñalolén, subrayó que la verdadera educación no consiste en controlar o retener al joven, sino en acompañarlo en su libertad y permanecer fiel al sentido de la propuesta educativa.

“El educador debe contar con la libertad del otro. No puede amarrarlo ni imponerle su camino. Si el hijo o el alumno decide tomar otro rumbo, el padre o el maestro debe mantenerse fiel a su propuesta, porque cuando ese joven decida volver, sabrá que hay un lugar, una verdad y un amor que lo esperan”, señaló.

Ambos ponentes coincidieron en que la educación no puede reducirse a una instrucción técnica o normativa, sino que es una experiencia humana que involucra el corazón, la razón y la libertad.

El libro “Educar es un riesgo”, de Luigi Giussani, profundiza en la misión de educar en un mundo marcado por el relativismo y la pérdida de referentes.

El autor plantea que la educación auténtica debe transmitir una tradición viva y ofrecer a los jóvenes las herramientas para ejercer su libertad con responsabilidad, dentro de un contexto cultural que muchas veces niega valores y certezas.