Como era de esperarse y suele suceder con la mayoría de las propuestas de reformas importantes, sobre todo las relacionadas a la Ley Federal del Trabajo (LFT), oficialmente podemos decir adiós a la esperanza de que la jornada laboral pase de 48 a 40 horas semanales antes de terminar 2025.

Así confirmó la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, al aplazar la discusión en el Congreso de la reforma que busca reducir el horario semanal a 40 horas. Ya sea con dos descansos por semana u horarios distintos. 

Pero, ¿cómo pasó esto si voces importantes habían dicho que la propuesta de reforma llegaría a San Lázaro este mismo noviembre de 2024?

Antecedentes

La discusión sobre la reducción de la jornada semanal volvió al centro del debate político luego de que el Ejecutivo federal ajustó nuevamente el calendario legislativo. Sectores parlamentarios que anticiparon un avance este año modificaron sus expectativas después de la reunión del 20 de noviembre entre legisladores y la presidenta.

En ese encuentro se revisaron los avances de una iniciativa que, hasta hace unas semanas, el secretario del Trabajo, Marath Bolaños, proyectaba para la última semana de noviembre. Incluso el coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal Ávila, mencionó que la propuesta llegaría a San Lázaro entre el 13 y 14 de diciembre y consideró un periodo extraordinario si el proceso lo requería.

La propuesta implica ajustes constitucionales y modificaciones a la Ley Federal del Trabajo. Actualmente, el artículo 61 de la LFT establece un máximo de 48 horas semanales para la jornada ordinaria, mientras que el artículo 66 señala que las horas extraordinarias deben pagarse con un recargo, lo que constituye el marco legal vigente que la reforma pretende modificar.

El proyecto también incorpora el reconocimiento permanente de las horas extras por encima de las 40 horas y una implementación gradual hasta 2030.

Noticia desoladora

Solo a mitad de la discusión pública la Presidencia confirmó el cambio definitivo: la reforma para reducir la jornada de 48 a 40 horas no se aprobará en el actual periodo legislativo. La iniciativa se presentará antes de que finalice 2025, pero su debate y eventual votación se trasladarán al periodo ordinario de febrero de 2026.

Claudia Sheinbaum afirmó que el aplazamiento responde a la ausencia de un consenso sólido entre el sector empresarial y las representaciones de trabajadores, un requisito que, según recordó, ha acompañado todas las modificaciones laborales de los últimos años.

La mandataria explicó que el gobierno busca replicar esquemas de acuerdos voluntarios similares al Pacic, sin imponer obligaciones unilaterales. Añadió:

“Queremos que la reforma de las 40 horas, que lo estamos planteando paulatinamente, y también el aumento al salario mínimo para 2026, sigan siendo por consenso”.

El Ejecutivo federal reiteró que 2026 será el punto de arranque para la aprobación, siempre y cuando exista acuerdo entre los actores productivos. También mantuvo abierta la posibilidad de que, si persiste la falta de coincidencias, el proceso pueda prolongarse nuevamente.