Llista de aspirantes FGR. Un día que marcaría el cambio en una de las instituciones más poderosas del país: la Fiscalía General de la República.
Mientras el reloj avanzaba hacia la sesión, la Junta de Coordinación Política (Jucopo), encabezada por Adán Augusto López Hernández, soltó la noticia que todos esperaban: la selección final de los diez perfiles que competirán oficialmente por ocupar el cargo que dejó vacante Alejandro Gertz Manero.
Los 10 perfiles elegidos: equilibrio entre experiencia, género y visión jurídica
De los 43 candidatos inscritos, solo diez lograron convencer a la Jucopo. El filtro —según fuentes internas— fue riguroso: experiencia, trayectoria, perspectiva jurídica y viabilidad política. La lista de aspirantes FGR salió con paridad de género estricta: cinco mujeres y cinco hombres.
Mujeres seleccionadas
- Luz María Zarza Delgado
- Maribel Bojorges Beltrán
- Sandra Luz González Mogollón
- Ernestina Godoy Ramos
- Mirna Lucía Grande Hernández
Hombres seleccionados
- Luis Manuel Pérez de Acha
- Alfredo Barrera Flores
- Hamlet García Almaguer
- David Borja Padilla
- Miguel Nava Alvarado
Entre los nombres destaca el de Ernestina Godoy Ramos, actual encargada de despacho, cuya presencia ha generado debate dentro y fuera del recinto legislativo.
El proceso: votación hoy con mayoría calificada
La jornada no será sencilla. Para que la lista de aspirantes FGR avance, se requiere mayoría calificada: dos terceras partes de los senadores presentes. Un reto político que implica negociaciones de última hora, acuerdos entre bancadas y la posibilidad de que la sesión se alargue hasta la noche.
El procedimiento es claro:
- El Senado vota hoy los 10 perfiles.
- La lista aprobada se envía a la Presidenta de México.
- La Presidenta selecciona una terna.
- El Senado vota nuevamente, ahora para elegir al nuevo fiscal.
Aunque la Constitución otorga un máximo de diez días para que la Presidenta envíe la terna, todo apunta a que lo hará antes. El país, y el sistema de justicia, no pueden esperar demasiado.
Un día que se vive entre tensión, expectativas y cálculo político
En el segundo piso del Senado, Natalia, una joven asesora legislativa, observaba desde su escritorio el ir y venir de los coordinadores parlamentarios. Había trabajado semanas en los perfiles, analizando documentos, construyendo comparativos, revisando entrevistas. Había leído la lista de aspirantes FGR tantas veces que podía recitarla de memoria.
Para ella, este día representaba más que una sesión: era la prueba de que el país sigue apostando por instituciones fuertes, aun entre desacuerdos políticos.
—“Hoy veremos si el Senado logra el consenso que el país necesita”— susurró mientras imprimía las últimas hojas del dictamen.
En el pleno, los discursos comenzaban a calentarse. Algunas bancadas defendían su postura con vehemencia; otras preferían conservar una estrategia silenciosa. Pero todas coincidían en algo: la elección del próximo fiscal marcará el tono de la justicia durante los próximos años.
A mitad de la discusión, nuevamente surgió en voz de varios legisladores la expresión clave: lista de aspirantes FGR. Una frase que hoy define el eje del debate nacional.
¿Qué sigue después? Implicaciones para la justicia mexicana
La elección del nuevo titular de la FGR no es un trámite administrativo: es una decisión que influirá en:
- La autonomía institucional
- Las investigaciones de alto impacto
- La relación con el Ejecutivo
- La confianza ciudadana en la procuración de justicia
- El combate a la corrupción y la impunidad
México se encuentra en una etapa donde las instituciones necesitan fortalecer su legitimidad. Y este proceso, según analistas, será decisivo.
La lista de aspirantes FGR marca el inicio de una nueva etapa
El Senado se prepara para votar uno de los listados más importantes de los últimos años. La lista de aspirantes FGR no solo define quién puede convertirse en el próximo fiscal, sino también hacia dónde se encamina el sistema de justicia.
El país observa. La política se mueve. La decisión está por tomarse. Y al final del día, esta discusión demostrará, una vez más, que el futuro institucional de México se escribe voto a voto.
