A pesar de los esfuerzos por la inclusión, la inserción de jóvenes con Síndrome de Down al ámbito laboral productivo sigue siendo una tarea complicada en Coatzacoalcos.

Thalía Tadeo, presidenta de la asociación Apoyo Integral Down, denunció que las empresas locales continúan solicitando “demasiados requerimientos” que resultan difíciles de reunir, obstaculizando el desarrollo de este sector.

Tadeo hizo un llamado urgente a la necesidad de crear más espacios laborales, señalando que la falta de oportunidades condena a estos jóvenes a quedarse en casa en lugar de desarrollarse profesionalmente.

EXIGENCIAS LABORALES

La presidenta de la asociación destacó que, si bien las empresas conocen la condición de los jóvenes con Síndrome de Down, exigen un nivel de desempeño que no se ajusta a sus capacidades iniciales o que requiere adaptaciones que no están dispuestas a ofrecer.

“Quieren que sean cajeros y que lleven toda la cuenta de caja e inventarios, ellos aprenden un poquito más lento y ellos quieren que ya entren listos a laborar de esta manera”, resaltó.

Asimismo, lamentó que a estos chicos se les nieguen áreas donde podrían desempeñarse con éxito y sin sobrecarga de información.

DISCRIMINACIÓN AL BUSCAR EMPLEO

Subrayó que la sociedad en general no ha considerado la creación de espacios incluyentes, lo que deja a las personas con discapacidad en la incertidumbre después de concluir su preparación.

Ante la falta de apertura laboral en la región, la asociación ha optado por fomentar el auto empleo, mediante talleres, como el de preparación de galletas, buscan formar a los jóvenes para generar los recursos que permitan coadyuvar con el gasto familiar.

En los últimos tres años, la asociación ha logrado que un promedio de 40 personas se incorpore a la actividad productiva o acceda a un siguiente nivel educativo, demostrando su potencial cuando se les brinda el apoyo adecuado.