La estancia “Apapachos del Corazón” se alista para celebrar su tradicional posada 2025, un festejo que cada año busca brindar un momento de alegría, recreación y compañía a los adultos mayores que acuden diariamente a este espacio de convivencia.
Marisol Márquez Acopa, directora del centro, explicó que la posada también tiene como objetivo recaudar recursos para adquirir insumos necesarios para la atención de las y los abuelitos que asisten al lugar.
“Ya llevamos tres años realizando la posada. A ellos les gusta bailar, convivir, disfrutar de la música y de la gente que viene a visitarlos. Además, esperan con emoción los regalos que reciben ese día”, comentó Márquez Acopa.
Actualmente, la estancia atiende diariamente a 28 adultos mayores —hombres y mujeres— que llegan desde temprano para participar en actividades recreativas, acompañamiento emocional y terapias, antes de regresar por la tarde a sus hogares con sus familias.
ESTANCIA DE CUIDADO
La directora aclaró que “Apapachos del Corazón” no es un asilo, sino una estancia temporal diseñada para apoyar a familias que trabajan y no pueden dejar solos a sus adultos mayores durante el día.
“Cuidamos a los abuelos de siete de la mañana a seis de la tarde. La familia los deja aquí para ir a cumplir con su jornada laboral y por la tarde los recoge para convivir con ellos en su hogar”, explicó.
UNA COMUNIDAD QUE SE ACOMPAÑA
El paso del tiempo ha creado un fuerte vínculo entre las personas adultas mayores que asisten. Cuando alguno falta, sus compañeros se preocupan, lo llaman o preguntan por él. Muchos incluso forman grupos para intercambiar regalos durante la posada.
“Ya prácticamente hacen su propio grupo de chicos y chicas. Están muy al pendiente unos de otros”, relató la directora.
Dentro de la estancia, el personal de salud y cuidadores mantienen una vigilancia constante, pero también brindan lo más valioso: cariño, atención y un ambiente donde los adultos mayores se sienten acompañados y seguros.
“Eso les da confianza, seguridad y la sensación de pertenecer nuevamente a una familia. Aquí conviven, reciben amor, y por la tarde vuelven a su hogar”, expresó Márquez Acopa.
Las actividades incluyen talleres de psicología, ejercicios, dinámicas recreativas y espacios de descanso para quienes lo necesiten.
LA LISTA DE DESEOS Y LA EMOCIÓN DE LA POSADA
Los y las abuelitas ya esperan con entusiasmo la llegada de la posada, donde disfrutan comida, música, pastel, piñata y los regalos que con anticipación incluyen en una lista: desde blusas, lentes, libros para colorear, perfumes o carteras, hasta pulseras y pequeños detalles que para ellos significan más por el gesto que por el valor material.
“Ellos valoran las cosas sencillas; les importa lo cálido, el cariño. Pero también les gusta recibir un perfume o una cartera, algo que sea para ellos”, agregó la directora.
En estas fechas, el cierre de año suele generar nostalgia, tristeza o esperanza entre los adultos mayores, pues algunos esperan reencontrarse con familiares que viven lejos; otros, simplemente, agradecen terminar un año más de vida acompañados.
FECHA Y LUGAR
La tradicional posada se celebrará el 18 de diciembre a la 13:00 horas (Una de la tarde), en las instalaciones de la estancia ubicadas en Francisco Hernández número 203, colonia Rafael Hernández Ochoa, en Coatzacoalcos.
Hasta este lugar pueden acudir las personas que deseen sumarse a la organización o donación para la posada de los abuelitos.


