Desde mole, pozole y mondongo, hasta una gran variedad de guisos tradicionales, forman parte del menú que muchas familias mexicanas preparan para celebrar la noche del 15 de septiembre.


Con motivo de las fiestas patrias, amas de casa acudieron este fin de semana a los mercados de la ciudad para surtirse de los ingredientes necesarios y mantener vivas las costumbres culinarias.


Los pasillos de los centros de abasto registraron un mayor movimiento desde el viernes, principalmente en puestos de chiles, especias, carne y verduras, insumos básicos en la preparación de los platillos típicos que se sirven durante la noche del Grito de Independencia.

NO PIERDEN LA TRADICIÓN


“Vamos a hacer mole, mondongo y pozole, ahorita, vinimos por los guisos para el mole”, compartió la señora Marisol Ruíz mientras cargaba bolsas de ingredientes.


Añadió que, más allá de la comida, se trata de un espacio para reforzar la convivencia.


“Hacemos reunión con la familia, con los amigos, los vecinos, porque las tradiciones no se deben de morir. Nosotros como mexicanos debemos de inculcar a nuestros hijos a que las tradiciones no se mueran, como el 15 de septiembre, hay que pegar el grito”, comentó.


La asistencia de familias enteras en busca de productos se reflejó también en el ánimo de los comerciantes, quienes reportaron un ligero repunte en sus ventas.

¿QUÉ ES LO QUE MÁS BUSCAN?


Entre los artículos más solicitados se encuentran las especias, los chiles secos, así como los tradicionales platos de barro en los que se sirven los guisos caldosos.


“Vienen por platos de barro, los chiles, las especias, las hojas para condimentar sus guisos, es lo más esencial que se puede. Eso nos ayuda a mantenernos aquí en el mercado y promocionar más esos eventos”, agregó”, explicó uno de los vendedores.

Además de ingredientes y utensilios, la compra de banderas, sombreros y adornos patrios acompañó el movimiento en los mercados, donde los colores verde, blanco y rojo también fueron parte del ambiente festivo.

Las familias señalaron que, aunque los costos de algunos productos han aumentado, la tradición de reunirse la noche del 15 de septiembre sigue siendo prioridad.

Para muchos, la comida es la manera más sabrosa de mantener vivo el legado cultural y transmitirlo a las nuevas generaciones.