Bajo la premisa de que el aislamiento es el principal aliado de la violencia, Cecilia Sánchez Ramírez, presidenta de la Asociación Mujeres Líderes del Sur, hizo un llamado urgente a las mujeres que viven en situación de maltrato a romper el silencio y buscar acompañamiento colectivo.

Sánchez Ramírez, quien se define a sí misma como una sobreviviente de un doble intento de feminicidio, señaló que su propia historia fue el motor para fundar la asociación. Su testimonio busca sensibilizar sobre la dificultad de abandonar círculos de violencia sin una mano extendida que brinde seguridad y empatía.

Para la activista, la violencia deja huellas físicas y emocionales que son visibles para quienes deciden observar con atención.

“Tenemos muchas solas que no hablamos. Traemos aquí en la espalda como ese dolor, traemos en los párpados, en los ojos, en las manos… ¿Por qué? Porque estuvimos acostumbradas a ser sometidas a no hablar, a que las cosas solo se arreglan dentro de la casa, pero eso nos ahoga”, expresó Sánchez Ramírez.

LA RED COMO MECANISMO DE SUPERVIVENCIA

La Asociación Mujeres Líderes del Sur enfatizó que la resiliencia no es un proceso individual, sino un esfuerzo comunitario. Ante un panorama nacional donde, según datos del INEGI, el 70.1 por ciento de las mujeres de 15 años o más han experimentado algún tipo de violencia, la creación de alianzas se vuelve una cuestión de vida o muerte.

El mensaje central de la organización es claro: la salida al “calvario” de la violencia doméstica existe y se construye a través de instituciones, movimientos y la sociedad civil organizada.

“El mensaje es este: sal, habla, busca redes de apoyo… No te aísles, no te quedes sola, porque entre todas podemos encontrar una solución, entre todas podemos abrazarte para ayudarte y ayudarte a construir tu proyecto de vida”, puntualizó la presidenta de la asociación.

La violencia en México es un fenómeno multifacético. Aunque la violencia psicológica es la más recurrente, el incremento en los índices de feminicidio —la expresión más extrema de este problema— obliga a las víctimas a contar con información inmediata sobre los recursos disponibles.

Por último, Cecilia Sánchez dijo que la denuncia y el acompañamiento son las herramientas más eficaces para prevenir tragedias, invitando a las mujeres a no creer que están solas, pues el respaldo institucional y civil es la clave para avanzar hacia una vida libre de agresiones.