La crisis económica y la creciente competencia de productos importados han impactado severamente a los vendedores de árboles naturales de Navidad instalados sobre la calle Francisco I. Madero, entre Independencia y Melchor Ocampo, quienes atraviesan una de las peores temporadas en años.
Comerciantes con más de 15 años de experiencia, provenientes del Pico de Orizaba, señalaron que las ventas han caído de manera considerable debido a la falta de liquidez en los hogares y a la preferencia por árboles artificiales de origen chino, los cuales resultan más económicos, pero no generan beneficio alguno para la economía regional.
Faustino, uno de los vendedores afectados, explicó que los precios de los árboles oscilan entre 250, 500 y 800 pesos, costos que incluso han sido ajustados a la baja sin lograr repuntar la demanda. Indicó que en temporadas anteriores, para estas fechas, la mayor parte de la mercancía ya se encontraba vendida; sin embargo, este año los clientes únicamente preguntan y se retiran sin concretar la compra.
Bajas ventas obliga a comerciantes a extender sus jornadas laborales
Ante la baja afluencia de compradores, los comerciantes han extendido sus jornadas hasta altas horas de la noche y se han visto obligados a rematar los árboles para evitar pérdidas mayores. No obstante, la incertidumbre persiste, ya que su intención es regresar el próximo 22 de diciembre a Orizaba para pasar las fiestas decembrinas con sus familias, situación que hoy se mantiene en riesgo.
El vendedor lamentó que, pese al esfuerzo y al trabajo que implica la producción de cada árbol, no exista un respaldo al comercio tradicional ni al producto nacional, lo que deja en desventaja a una actividad sustentable frente a la importación de artículos más baratos y al deterioro del poder adquisitivo de la población.


