Desde hace casi un mes, la familia Celaya Coba permanece a las afueras del hospital IMSS-Bienestar “Valentín Gómez Farías”, en Coatzacoalcos, esperando noticias alentadoras sobre la salud de Olivia Celaya Coba, de 52 años, quien se encuentra hospitalizada en estado grave tras sufrir un paro cardiaco y un derrame cerebral.

“Que mi hermana esté viva es un milagro, ella estuvo intubada 18 días, después tuvo un paro cardiaco y un derrame cerebral. Pese a su gravedad, sigue aquí con nosotros, luchando por su vida”, relató conmovida la señora Linda Flor Celaya, hermana de la paciente.

Originarios del municipio de Agua Dulce, los familiares improvisaron un refugio con lonas y sogas amarradas a los árboles para protegerse de la lluvia durante las noches, que —aseguran— han sido difíciles y frías.

“Es complicado pasar las noches fuera de un hospital. Aunque tenemos la lona, nos hemos mojado varias veces. Hemos improvisado con sillas, termos y neveras, pero hay muchas familias que, como nosotros, vienen de lejos y no cuentan con recursos”, expresó Linda Flor.

La mujer explicó que todo comenzó con un diagnóstico aparentemente sencillo: apendicitis, pero la enfermedad se complicó debido a que Olivia padece diabetes, lo que desencadenó una serie de emergencias médicas que la mantienen hospitalizada desde hace 24 días.

Reconocen buena atención del personal

A pesar del difícil panorama en temas de carencias de medicamentos y el trato del personal, como ha sido reportado en varias ocasiones por personas que acuden al nosocomio, esta familia reconoció la atención del personal médico del hospital.

“A nosotros nos ha tocado un buen personal, el médico que ve a mi hermana nos da información constante. No hemos tenido que comprar medicamentos caros, solo cosas básicas como paracetamol o hielo”, explicó. A pesar del difícil panorama, la familia reconoció la atención del personal médico del hospital.

Durante su estancia, los Celaya han conocido a otras familias que también permanecen a la intemperie, acompañando a sus seres queridos hospitalizados. Juntos, comparten refugio y esperanza.

“Nos unimos en oración con otras familias que también sufren por la salud de los suyos. Ojalá las autoridades pudieran habilitar más techos o espacios cubiertos afuera del hospital, porque el domo que hay no alcanza para todos”, añadió.

Mientras tanto, esta familia hidromila continúa esperando tener noticias sobre su paciente, ya que la estancia aún será larga, pero aseguran mantienen su fe intacta y continúan esperando el milagro de la recuperación de la señora Olivia Celaya.