En los últimos días, fuertes tormentas han azotado a este municipio hidrómilo con lluvias puntuales, sin que hasta el momento exista riesgo de desbordamiento del arroyo Agua Dulce, el cual se encuentra por debajo de su nivel normal y muy lejos de representar alguna contingencia para la población.


De acuerdo con los reportes de Protección Civil municipal, septiembre podría cerrar con un repunte de precipitaciones y la tendencia lluviosa extenderse hacia octubre. Sin embargo, el afluente ha demostrado tener la capacidad suficiente para recibir tanto el agua de escurrimientos de la zona urbana como de las áreas aledañas, sin que se active hasta ahora ningún protocolo de emergencia.


PREVENCIÓN Y MONITOREO


Aunque no se reportan riesgos inmediatos, autoridades locales y federales mantienen vigilancia constante sobre el arroyo. La Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) se encuentra desplegada mediante el Plan DN-III-E, en coordinación con Protección Civil.


Entre las acciones preventivas realizadas en los últimos días destacan la remoción de palotada y desechos acumulados bajo los puentes, así como la limpieza de las orillas del cauce, con la finalidad de garantizar que el afluente mantenga su capacidad de desfogue en caso de lluvias más intensas.


Hasta el momento, no se han activado refugios ni alertas, aunque las autoridades llaman a la población a mantenerse informada y evitar arrojar basura al arroyo, pues ello incrementa los riesgos de taponamientos en temporada de precipitaciones.