La campaña de descacharrización organizada por las autoridades municipales ha generado un acopio de cerca de 10 mil llantas, las cuales se encuentran a la espera de ser trasladadas a la planta de disposición final de la cementera Cruz Azul. Sin embargo, la acumulación se ha convertido en un problema de salud pública debido a las recientes lluvias registradas en la ciudad.
La subdirección de Limpia Pública, a cargo de Teodoro Nolasco Román, advirtió que el almacenamiento de estos neumáticos puede favorecer la proliferación de mosquitos transmisores de enfermedades como el dengue, por lo que es urgente dar salida al material recolectado.
“En este mes de septiembre no hemos tenido ningún tráiler que haya venido a apoyarnos, sin embargo, esperamos que en estos días puedan venir y llevarse la mayor parte”, señaló la dependencia.
El programa de descacharrización busca reducir riesgos sanitarios al recolectar objetos en desuso que suelen acumular agua y servir de criaderos de insectos. Las llantas, por su volumen y características, representan uno de los principales retos logísticos para su traslado y disposición final.
De acuerdo con la autoridad municipal, la coordinación con la cementera Cruz Azul es fundamental, ya que en esas instalaciones se da tratamiento especial a los neumáticos para su aprovechamiento como combustible alterno en hornos cementeros. No obstante, el proceso depende de la disponibilidad de transporte.
En relación con el apoyo recibido en meses anteriores, la subdirección recordó que “el mes pasado se tuvieron dos descacharrizaciones, por parte de la jurisdicción sanitaria, se les apoyó, este mes no hemos tenido ninguno, pero no tarda y nos llamen para apoyarlos nuevamente”, dijo.
Mientras tanto, las autoridades exhortaron a la ciudadanía a seguir colaborando con estas jornadas, ya que la prevención de enfermedades depende en gran medida de mantener patios y lotes libres de cacharros que representen un riesgo para la salud.


