La atención psicológica debe dejar de verse como un “tabú” y asumirse como parte fundamental en el desarrollo de niños y adolescentes, especialmente en contextos de violencia que puedan derivar en rebeldía, abandono escolar o incluso intentos de suicidios, advirtió el psicólogo y tanatólogo Jesús Jair López Cuevas.
El especialista señaló que, cuando las conductas de riesgo son detectadas a tiempo, pueden trabajarse para mejorar la actitud y comportamiento de los menores, previniendo en muchos casos la consumación de suicidios.
Coatzacoalcos registra casos lamentables
Recordó que en Coatzacoalcos se han registrado casos lamentables, lo que hace necesario fortalecer campañas de prevención y atención a la salud mental.
“En México persiste una fuerte cultura de violencia que se reproduce dentro de los hogares. Se observan abusos físicos, sexuales y padres que, en lugar de dialogar, castigan con golpes. Esa violencia genera en los hijos sentimientos de opresión y encierro dentro de su propio hogar”, explicó.
López Cuevas puntualizó que crecer en un ambiente marcado por agresiones, infidelidades o violencia intrafamiliar provoca traumas desde edades tempranas, incluso en niños de seis, siete o nueve años.
Frente a ello, insistió en que los padres deben buscar ayuda profesional al detectar señales de alerta en sus hijos, como aislamiento, pérdida de interés en actividades que antes disfrutaban, cambios en hábitos alimenticios o de sueño, encierro prolongado en su habitación o conductas inusuales.
También recomendó fomentar la práctica del deporte y actividades recreativas que promuevan la socialización y el bienestar emocional.
“El ejercicio estimula la liberación de dopamina y serotonina, hormonas relacionadas con la felicidad y el buen ánimo. Incentivar a los jóvenes a practicar deporte y mantenerse activos es una manera de alejarlos de los factores que los ponen en riesgo”, apuntó.
Finalmente, insistió en que los padres deben de buscar ayuda profesional ante cualquier “bandera roja”, ya que la salud mental de sus hijos es clave para garantizar su desarrollo integral y prevenir conductas autodestructivas.