López Santana subrayó que el principal problema surge cuando los operadores se encuentran con los cierres de manera inesperada.

Los transportistas llegan a perder entre 6:00 y 10:00 horas en sus recorridos al verse obligados a buscar rutas alternas, debido a cierres repentinos y sin previo aviso por los trabajos que se realizan en el puente Calzadas II.

El delegado regional de la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar), Jorge López Santana, explicó que la falta de información oportuna sobre los trabajos que se realizan en esta vialidad genera retrasos considerables para los transportistas que circulan por la zona.

“Si un transportista no es informado, que no le llegue un horario de esa zona, puede perderle de 6:00 a 10:00 horas; si no es informado, pero si tú le avisas, probablemente va a tomar otra alternativa, tenemos para donde jalar en esta zona y no hay problema”, señaló el representante del sector.

López Santana subrayó que el principal problema surge cuando los operadores se encuentran con los cierres de manera inesperada, ya que no cuentan con margen para planear desvíos y deben permanecer detenidos durante varias horas.

“Si se topan que hay un cierre y no están informados, ahí sí es una pérdida de tiempo importante de 4:00 a 6:00 horas por lo menos”, puntualizó el delegado regional de Canacar.

Ante este panorama, destacó que ha existido comunicación con las autoridades estatales para tratar de reducir las afectaciones al transporte de carga y mejorar la difusión de los horarios en los que se realizan los trabajos en el puente Calzadas II.

“Ha habido coordinación con el gobierno del estado, sí hemos sido atendidos, han hecho boletines para que nos informen sobre los horarios cuando se detiene todo el tráfico y nosotros poderle decir a nuestros asociados que tomen vías alternas para no obstaculizar o hacer cuellos de botella”, afirmó.

Finalmente, el líder transportista reiteró el llamado a que la información sobre los cierres sea constante y con antelación suficiente, a fin de que los operadores puedan planear sus rutas, evitar retrasos prolongados y reducir las pérdidas económicas derivadas de las interrupciones viales.