A casi un mes del alto el fuego acordado en Gaza, la violencia no ha cesado. Y es incierto qué sucedera en las siguientes fases del plan anunciado en septiembre por el presidente estadounidense Donald Trump.
En el incidente más sangriento desde el anuncio del acuerdo, una ola de ataques israelíes el 28 de octubre dejó más de 100 muertos incluyendo 46 niños, según el Ministerio de Salud de la Franja. El gobierno israelí justificó la acción al acusar a Hamás de violar el alto el fuego y atacar a soldados israelíes.
Pero cualquiera sea el futuro en Gaza, hay una pregunta que inquietará a nuevas generaciones en todo el mundo, afirma Arwa Mahdawi, periodista y escritora británica y columnista del diario The Guardian.
En una columna titulada “¿Tú qué hiciste durante el genocidio en Gaza?”, publicada en mayo, la periodista señala: “Cuando las futuras generaciones lean sobre Gaza con horror y se pregunten cómo permitimos que ocurriera un genocidio transmitido en directo, ¿qué dirás?”.
El 16 de septiembre un comité de investigación de la ONU, la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre el Territorio Palestino Ocupado, concluyó que Israel cometió genocidio en Gaza.
Lo mismo afirmaron antes la Asociación Internacional de Expertos en Genocidio, relatores de la ONU, Amnistía Internacional y Human Rights Watch, entre otros.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel rechazó categóricamente el informe de la comisión de la ONU, calificándolo de “distorsionado y falso”.
Un portavoz acusó a la comisión de actuar como “representante de Hamás” y de basarse “totalmente en falsedades de Hamás” que ya habían sido “completamente desmentidas”.
Israel lanzó una campaña militar en Gaza después del ataque transfronterizo de Hamás el 7 de octubre de 2023 en el que murieron unas 1.200 personas y otras 251 fueron tomadas como rehenes, según autoridades israelíes.
Desde entonces, los ataques israelíes mataron a más de 68.000 personas, incluyendo más de 18.000 niños, e hirieron a más de 170.000, según el Ministerio de Salud de Gaza.
Mahdawi, quien vive actualmente en Estados Unidos, habla sobre la situación en los territorios palestinos en el Hay Festival Arequipa, que tiene lugar entre el 6 y el 9 de noviembre.
“Algún día, cuando mi hija de 4 años lea sobre Gaza, me preguntará ‘¿cómo pasó esto?'”, dijo a BBC Mundo.
“Y al menos podré decirle: ‘Hice lo que pude’. En cierto sentido es algo un poco egoísta, es una cuestión de poder mirarme al espejo”, agregó.
En tu columna planteas a los lectores qué dirán cuando futuras generaciones se pregunten “cómo permitimos que ocurriera un genocidio transmitido en directo”. ¿Qué te llevó a escribir ese texto?”.
Algo que muchas personas que son proisraelíes dirán es que ahora mismo se están cometiendo atrocidades en todo el mundo. Está el caso de Sudán, la República Democrática del Congo. Suceden cosas terribles en todas partes y no tenemos el poder para detener todo lo que está ocurriendo.
Pero lo que hace diferente a Gaza es que los gobiernos occidentales que proporcionan armas y cobertura diplomática a Israel son cómplices. Claro que hay también un grado de complicidad en el caso de Congo, donde se extraen los minerales de nuestros iPhones, etc., pero no en la misma medida.
Como contribuyente que paga impuestos en Estados Unidos, yo estoy financiando directamente lo que sucede en Gaza.
Lo que ha ocurrido allí no habría sido posible sin la implicación directa de mi gobierno. Así que quiero dejar claro que todos somos cómplices directos, especialmente los que vivimos en países como Estados Unidos y Reino Unido, que siguen vendiendo armas a Israel.
La columna surgió de la idea de que todos tenemos esta responsabilidad personal, algo que no ocurre con otros conflictos.
Has hablado también del silencio de muchas personas …
Cuando mucha gente mira al pasado y a las cosas horribles que han sucedido en la historia, piensa que si hubiera vivido en esa época habría sido valiente. Pero lo que este momento ha demostrado es que se pierde mucho por ser valiente.
Actualmente trabajo con estudiantes en la Universidad de Pensilvania cuyas vidas han quedado arruinadas por su activismo contra el genocidio en Gaza.
La policía universitaria se ha vuelto en su contra. Canary Mission (un sitio anónimo en internet que publica información sobre estudiantes y académicos en Estados Unidos a los que acusa de antisemitismo) persigue a jóvenes activistas para intentar silenciarlos. Una chica vio que el Daily Mail publicó fotos de ella en bikini porque Canary Mission la había acusado públicamente.
Es bueno ver a todas estas personas tan valientes que arriesgan su futuro para hacer lo correcto. Pero luego miro a mi alrededor y veo a quienes simplemente no dicen nada. He visto a mucha gente decir “no podemos hacer nada”, pero la realidad es que si todos alzamos la voz, esa es la única manera de que las cosas cambien.
Y creo que quienes están en el poder quieren que nos sintamos impotentes, que sintamos que no podemos hacer nada.

¿Cómo crees que las futuras generaciones verán lo sucedido en Gaza después del 7 de octubre?
Depende de cómo se escriba sobre ello. Se sigue prohibiendo la entrada de periodistas extranjeros a Gaza. Y muchos periodistas que estaban en Gaza fueron asesinados. Así que la verdad sobre lo ocurrido aún no se ha esclarecido.
Todavía no sabemos realmente cuántas personas murieron. Todavía no tenemos ni idea de todas las atrocidades cometidas. Por lo tanto, no soy del todo optimista en cuanto a que la historia se escriba alguna vez correctamente y no se encubra el pasado.
Como ya he escrito antes, millones de dólares se están destinando a confundir a la gente y a reescribir la historia. Incluso el documental “No Other Land” (que muestra el desplazamiento forzoso de una comunidad palestina en Cisjordania y ganó un Oscar este año) tardó mucho tiempo en ser distribuido en Estados Unidos.
Creo que hay quienes no desean que se vea la verdad sobre lo que sucede, porque, si se ve la verdad, no hay forma de justificar o negar lo que ha ocurrido en Gaza.
Cuando hablamos de enturbiar la verdad y generar confusión… basta con ver lo que está sucediendo con la Fundación Hind Rajab, que busca llevar a la justicia a personas acusadas de atrocidades en Gaza.
La fundación está siendo totalmente demonizada. Hay anuncios que intentan tacharla de terrorista. A cualquiera que intente exigir justicia se le llama terrorista. Incluso la ONU ha sido acusada de apoyar a Hamás.
Pero al final la verdad saldrá a la luz.
¿Sabes? Yo miro a mi hija, que tiene 4 años, y pienso que algún día, cuando lea sobre Gaza, me preguntará: “¿Cómo pasó esto?”. Y al menos podré decirle: “Hice lo que pude”.
En cierto sentido es algo un poco egoísta, es una cuestión de poder mirarme al espejo y decir: “Hice lo que pude”.
Pero también quiero que mi hija crezca pensando que hay que luchar por los cambios. La historia de la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos y de Martin Luther King ha sido reescrita por completo, como si hubiera sido algo pacífico que fue permitido.
No fue así, quienes estaban en el poder se opusieron a cada instante, llamaron terrorista a Martin Luther King.
Luchar por el cambio nunca es fácil. Y quiero recordar esto a mi hija. Si fuera tan fácil les habrían concedido sin problema la libertad a los esclavos.

En mayo escribiste que en ese entonces “la marea comenzó a cambiar” y personas que habían permanecido en silencio durante muchos meses empezaron a condenar los ataques y la hambruna…
Recientemente estuve investigando algo llamado la teoría de la espiral del silencio. Es una teoría antigua sobre cómo las personas se autocensuran cuando nadie habla de algo, y esto se perpetúa a sí mismo.
Durante meses después del 7 de octubre de 2023 la gente tenía miedo incluso de pronunciar la palabra “palestino”. Pero luego, a medida que se hizo más evidente lo que estaba sucediendo, se produjo como un efecto bola de nieve y más personas comenzaron a alzar la voz.
Especialmente muchos gobiernos comenzaron a emitir declaraciones críticas porque sienten que tienen que decir algo para en el futuro poder mirar atrás y decir: “Bueno, hicimos esto, así que está bien”.
El reconocimiento de un Estado palestino fue un poco así. Realmente no me importa si se reconoce un Estado palestino si ya no queda nada que reconocer; ahora mismo el tema es evitar que la gente muera.
El reconocimiento de un Estado palestino por parte del gobierno británico, por ejemplo, no significó hacer nada en ese momento para detener el derramamiento de sangre.
Has escrito que “es demasiado tarde para devolver la vida a los niños muertos en Gaza…o devolver sus extremidades a los niños amputados… pero no es tarde para exigir responsabilidades”. ¿A qué tipo de rendición de cuentas te refieres?
Si Israel sale impune tras lo que ha ocurrido en Gaza, como parece que va a ser el caso, ¿qué nos queda? Estaremos sin un orden internacional basado en normas en el que cualquiera puede volver a hacer lo mismo.
Esto es algo que mucha gente ha repetido hasta la saciedad: aunque no te importen los palestinos, aunque no te importe Gaza, debería importarte el orden internacional basado en normas, debería importarte la rendición de cuentas, porque de lo contrario, esto volverá a ocurrir.

Quería preguntarte sobre el cambio en la opinión pública en Estados Unidos. Según una encuesta del Pew Research Center divulgada en octubre de este año, casi seis de cada 10 estadounidenses (el 59%) tienen ahora una opinión desfavorable de Israel. Y según otro sondeo de abril del mismo centro esa opinión es aún mayor entre los jóvenes.
¿Qué impacto tendrá este cambio a largo plazo?
El resultado de esa encuesta, que seis de cada 10 estadounidenses tengan una visión no favorable de Israel, resulta aún más llamativo si se observa el panorama mediático en Estados Unidos, donde cualquier canal de noticias por cable sigue siendo proisraelí.
Por eso algunos temen tanto a las redes sociales, porque en ellas se comunican hechos.
Puedes ver también lo que está pasando ahora con AIPAC (sigla en inglés de Comité Estadounidense Israelí de Asuntos Públicos, una organización de lobby que, según señala en su sitio web, “desea fortalecer y expandir la relación entre Estados Unidos e Israel”).
A los congresistas se les está preguntando más directamente si reciben dinero de AIPAC.
Y ni siquiera se trata de ser propalestino.
Aquí en Estados Unidos llevamos más de 30 días de cierre del gobierno. Así que los empleados federales no están cobrando. Hacen cola en los bancos de alimentos.
Hay gente que está cada vez más indignada porque el dinero de gran parte de sus impuestos se destina a ayuda militar a Israel cuando la infraestructura aquí se está desmoronando. La gente se pregunta por qué financiamos esto cuando, literalmente, la comida es carísima y hay escuelas públicas en condiciones pésimas.
Creo que en 10 o 15 años el panorama político será distinto. Lo único es que para entonces quizá ya no queden palestinos en Gaza, así que el nuevo panorama no hará ninguna diferencia.
Yo estoy en Pensilvania, en lo que fue territorio indígena. Ahora es fácil decir que lo que les pasó a los nativos estadounidenses y su genocidio fue terrible, porque ya no son un problema. Es fácil sentir lástima por cosas del pasado.

Has hablado mucho de la deshumanización de los palestinos. Y has dicho que lo que ocurrió en Gaza no habría sucedido sin ella. Tu padre es palestino. ¿Cómo ves este tema?
Durante toda mi vida siempre me dio pavor decir que era palestina, porque sabía que eso provocaría una conversación que no quería tener. Algunas personas incluso me decían directamente que los palestinos no existían.
Siempre se habla de una “desradicalización de los palestinos”, pero en realidad se ha radicalizado a la gente en su contra. Es increíble cómo se le ha lavado el cerebro a la gente para que repita ciertos argumentos, como que “no había gente en Palestina cuando se creó Israel”.
¿Conoces a Ta-Nehisi Coates, el escritor estadounidense? En su nuevo libro “El Mensaje” escribe sobre esto con mucha elocuencia. Él dice que siempre le enseñaron a ver el sionismo como algo hermoso, como una forma de corregir una injusticia histórica. Pero afirma que eso es así solo si olvidas todo lo que les sucedió a los palestinos.
Mi papá nació en 1951. Sus padres debieron huir de Jaffa en 1948. En 1967 mi padre tuvo que abandonar su hogar en Cisjordania y nunca pudo regresar.
Cuando yo fui a Cisjordania con 5 años escribí un diario. En él anoté cosas como: “Hoy comí helado. Y entonces llegaron soldados israelíes y empezaron a disparar. Una persona recibió un disparo, tuvimos que correr porque había gas lacrimógeno”.
La gente no ve la realidad de la vida bajo la ocupación porque se ha intentado ocultarla. Muchos estadounidenses nunca han oído hablar de Rachel Corrie y ella era estadounidense (Corrie murió en 2003 en Gaza a los 23 años aplastada por un bulldozer del ejército israelí. Un juez israelí dijo en 2012 que Israel no era culpable, que se trató de un “accidente lamentable” y que el conductor del bulldozer no había visto a la activista).
No culpo a las personas que no sabían sobre la situación en los territorios palestinos en el pasado. Pero después del 7 de octubre, si no te has informado, es como si te hubieran lavado el cerebro.
Y repito, esto no se va a limitar al caso de los palestinos; ocurrirá con otro grupo, por eso es tan importante que haya rendición de cuentas ahora.
¿Cómo ves la situación actual en Gaza? El director general de la Organización Mundial de la Salud dijo el mes pasado a la BBC que la crisis sigue siendo catastrófica; y habló de una combinación letal de lesiones, enfermedades y hambruna cuyo impacto durará generaciones.
Ahora parece que luego del cese el fuego muchas personas que estaban indignadas han bajado el tono. Pero el genocidio continúa.
¿Por qué todavía no se autoriza la entrada a periodistas extranjeros? (La BBC pudo entrar a Gaza el 5 de octubre después de la entrevista con Mahdawi) Aún no se permite el acceso de camiones de comida al ritmo que se necesita. Las condiciones de vida en Gaza son tan extremas que la gente muere a diario.
Gran parte de mi frustración se debe a que muchos medios en países de Occidente ni siquiera informan sobre lo que dice el gobierno israelí.
Si quieren ver lo que está sucediendo, vean lo que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y todos los miembros de su gobierno le dicen a los medios israelíes en hebreo. (Horas después de anunciar junto al presidente Donald Trump en Washington el plan de cese el fuego a fines de septiembre, Netanyahu divulgó un video en hebreo en el que descartaba un futuro Estado palestino y prometía que el ejército israelí permanecería en la mayor parte de Gaza).
Es un verdadero fracaso de los medios occidentales el no informar sobre lo que dicen los integrantes del gobierno israelí a su público doméstico.

¿Qué impacto crees que ha tenido lo ocurrido en Gaza en estos dos últimos años en millones de personas en todo el mundo? El conocido escritor y médico canadiense Gabor Maté, por ejemplo, quien sobrevivió al Holocausto en Hungría cuando era bebé, relataba hace un tiempo que se despertaba y se acostaba cada día pensando en el sufrimiento en Gaza.
Y para muchas personas la idea de la ONU como mecanismo eficiente para prevenir graves violaciones del derecho internacional se ha derrumbado.
Creo que ahora hay mucho nihilismo. Y creo que también es por eso que la gente se está inclinando hacia partidos de extrema derecha, simplemente porque sienten que no hay esperanza.
Esto empezó con la guerra de Irak, cuando un millón de personas en Londres marcharon en contra de esa guerra, pero igual sucedió, como si nadie los hubiera escuchado y los gobiernos pudieran mentirles sin más.
Siento que este nihilismo se ha instalado ahora, lo cual es muy preocupante, porque es necesario creer en un futuro mejor y tener esperanza. Y además están todos los demás factores, como la crisis climática, el aumento del costo de vida…Hay tantas cosas sucediendo que creo que la gente simplemente está perdiendo la esperanza.
¿Cómo ves el futuro? Como alguien con raíces palestinas, ¿qué esperanza tienes?
La verdad es que no tengo mucha. Fíjate en cómo los ataques de colonos se han intensificado en Cisjordania sin ninguna consecuencia. Esos ataques ni siquiera salen en las noticias de los medios occidentales la mitad del tiempo.
Al fin y al cabo esto no es bueno ni para palestinos ni para israelíes. No es bueno para una sociedad que extremistas anden a sus anchas, ataquen gente y quemen casas sin ninguna consecuencia.
El New York Times publicó un editorial sobre cómo hay que desradicalizar a los palestinos. ¿Y qué pasa con la sociedad israelí? Una sociedad donde la gente puede venir y sin más quemarte la casa. La sociedad israelí necesita desradicalizarse.
Creo que la posibilidad de una solución de dos Estados se ha desvanecido hace mucho tiempo, y lo mejor a lo que puedo aspirar es a una solución de un solo Estado donde judíos y palestinos puedan convivir con iguales derechos. Es el único camino a seguir.
Ahora se demoniza la solución de un solo Estado, como si implicara la desaparición de todos los israelíes. Pero esto no es cierto. Simplemente se trata de que todos puedan convivir.
Siento que es difícil tener esperanza. Mi padre aún tiene una casa en Cisjordania y pienso que es solo cuestión de tiempo que algo suceda con ella.
Mi pareja es judía y mi hija también, y ellas pueden ir a Cisjordania y vivir allí, pero mi padre no. Es duro.

Tu columna “¿Tú qué hiciste durante el genocidio en Gaza?” invita a cada persona a reflexionar. Y señalas: “El silencio no es neutralidad. Como dijo Martin Luther King, ‘Al final, no recordaremos las palabras de nuestros enemigos, sino el silencio de nuestros amigos'”.
Creo que es muy importante recordar que tenemos el poder de elegir con quién nos juntamos, dónde gastamos nuestro dinero, cómo mostramos nuestra solidaridad.
Aunque parezcan cosas pequeñas, en realidad suman. Los últimos dos años me han cambiado radicalmente y definitivamente he dejado de hablar con personas que creía amigas pero que nunca dijeron nada sobre Gaza, que preferían fingir que no estaba ocurriendo un genocidio.
Y al mismo tiempo me conmovió, por otro lado, que personas con las que no hablaba desde hacía mucho tiempo se pusieran en contacto conmigo y me demostraran que les importaba.
Tus acciones tienen un gran impacto en los demás, aunque parezcan insignificantes. Así que no dejes que quienes tienen el poder te digan que no puedes cambiar nada, porque sí puedes.
Puede parecer que todo está perdido y que te sientas impotente, solo puedes hacer lo que está a tu alcance. Pero al menos debes poder mirarte al espejo y sentir que intentaste hacer algo.


