Con una guerra comercial gestándose, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mostró a la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum, una señal de respeto a regañadientes: “Eres dura”, le dijo en una llamada telefónica el mes pasado, según cuatro personas con conocimiento del intercambio.

De acuerdo con Natalie Kitroeff, en el texto “Mexico’s President Calmly Tames Trump’s Wrath” (La presidenta de México calmadamente doma la ira de Trump), publicado en The New York Times, en su conversación más reciente, ambos líderes intercambiaban elogios y lograban una exención de algunos aranceles en tiempo real, según fuentes familiarizadas con la llamada.

La publicación recuerda que, al asumir la presidencia, Sheinbaum despertó dudas en cuanto a su reacción ante quien resultara mandatario de Estados Unidos, especialmente si Trump ganaba las elecciones, debido a su poca experiencia en política exterior y a que era vista como “una tecnócrata reservada”.

Sheinbaum, sin embargo, “ha sorprendido a muchos” no solo al defenderse de las amenazas de Trump, sino también al forjar una relación de incipiente respeto público con su homólogo estadounidense.

nadie esperaba que fuera tan buena, o tan afortunada […] Sea lo que sea, está funcionando

Para el analista político Carlos Bravo Regidor, “nadie esperaba que fuera tan buena, o tan afortunada […] Sea lo que sea, está funcionando”.

Durante la campaña electoral, Trump hizo de México un objetivo claro de sus ataques. Una vez electo, prometió imponer aranceles al vecino del sur hasta que el fentanilo dejara de entrar en Estados Unidos.

Sin embargo, últimamente, Trump ha elogiado a Sheinbaum, incluso mientras fustigaba a líderes mundiales más experimentados. Su presencia serena y los resultados que ha obtenido en materia de migración y fentanilo parecen haberle granjeado respeto, además de que ha impresionado a miembros clave de su gobierno, como el subdirector de Gabinetes de Políticas, Stephen Miller, quien supervisa la política interior y es asesor de seguridad nacional. Su relación con el presidente estadounidense ha resultado favorecida en contraste con la relación de Trump con el primer ministro de

Canadá

,

Justin Trudeau.

Al comienzo de su conversación más reciente, la semana pasada, Sheinbaum dedicó unos cinco minutos a repasar todo lo que había hecho para asegurar la frontera y luchar contra el tráfico de fentanilo. Antes de la llamada, había enviado a Trump datos que respaldaban sus argumentos, dijeron estas personas. Sugirió que los aranceles solo le harían más difícil explicar este nivel de cooperación a sus ciudadanos. Trump guardó silencio durante un buen rato después de que ella dejara de hablar, y entonces, tras elogiar a Sheinbaum, comenzó abruptamente a atacar a Canadá, dijeron las personas. Preguntó qué pensaba Sheinbaum de Trudeau. Ella dijo que no hablaba mucho con el líder canadiense. Trump dijo que era afortunada por eso. Al final de la llamada, Trump ofreció excluir muchos productos mexicanos de los aranceles y luego empezó a dictar, en voz alta, un mensaje para Truth Social anunciando el acuerdo. Sheinbaum y su equipo estaban eufóricos. Trump publicó que iba a posponer los aranceles hasta el 2 de abril “por respeto” a la presidenta mexicana, y añadió: “¡Gracias a la presidenta Sheinbaum por su duro trabajo y cooperación!”. Sheinbaum dijo que la llamada fue “excelente y respetuosa” en una publicación en X. Sheinbaum también ha tomado medidas audaces contra los cárteles del narcotráfico, como el traslado a finales de febrero de 29 miembros de cárteles a Estados Unidos, enviando el mensaje de que Sheinbaum toma en serio el combate al crimen organizado. Rafael Caro Quintero, miembro fundador del conocido Cártel de Sinaloa, llegó a Nueva York y, poco después, el celular de Sheinbaum fue hackeado, según varias personas familiarizadas con el asunto. De acuerdo con Kitroeff, la presidencia mexicana declinó hacer comentarios. Y mientras coopera con Trump, Sheinbaum aviva el sentimiento nacionalista y recuerda que México “no es colonia de nadie” y repetido la frase “coordinación, sí; subordinación, nunca”. En los últimos meses, sus índices de aprobación en México han llegado a estar arriba del 75 por ciento. Aun con los esfuerzos de Sheinbaum, México no está a salvo de la imprevisibilidad de Trump y está a la espera la decisión que el mandatario estadounidense tome el 2 de abril. También tiene que hacer frente a los aranceles sobre el acero y el aluminio impuestos esta semana, así como a los aranceles sobre bienes no incluidos en el T-MEC, que constituyen aproximadamente la mitad de las exportaciones estadounidenses del país el año pasado. “Esto es como un episodio de la vida real de El aprendiz”, dijo Bravo Regidor. “El objetivo de todo el programa es sobrevivir hasta el siguiente episodio, y ella ha sido capaz de hacerlo hasta ahora”. El camino recorrido en pocos meses parece largo. Trump ha acusado a México de estar dirigido por cárteles y ha amenazado con ataques militares, aunque afirmó públicamente que tenía una magnífica relación con el predecesor de Sheinbaum, López Obrador, también alberga preocupaciones sobre la gestión de la violencia de los cárteles por parte del exdirigente mexicano. Trump y algunos miembros clave de su equipo se mostraron inicialmente escépticos respecto a Sheinbaum, en parte debido a la cobertura mediática que la presentaba como una política de izquierda ideológicamente comprometida. En una conferencia de prensa en noviembre, leyó una carta que había escrito a Trump en respuesta a su amenaza de imponer aranceles. “A un arancel, vendrá otro en respuesta, y así hasta que pongamos en riesgo empresas comunes”, dijo. La misiva fue considerada por algunos miembros del equipo de transición de Trump como una reprimenda y una provocación innecesaria. Luego, a principios de enero, después de que Trump dijera que iba a renombrar el golfo de México como golfo de América, Sheinbaum bromeó con que Estados Unidos debería pasar a llamarse América mexicana. Los comentarios fueron ampliamente interpretados como una burla a Trump. Pero su estilo empezó a cambiar cuando algunos de sus asesores señalaron que la confrontación solo enfadaría a Trump. Sheinbaum ganó puntos al decidir hablar con Trump en inglés en sus llamadas, a las que Sehinbaum acude extremadamente preparada, según funcionarios estadounidenses y mexicanos. Ha estudiado sus discursos, viendo los videos, para intentar comprender el estilo de comunicación de Trump. Con un tono tranquilo, transparente y serio, ha causado una gran impresión, sobre todo porque es muy diferente al estilo de Trudeau. Los observadores mexicanos señalaron que la escalada de enfrentamientos entre Estados Unidos y Canadá es una señal de que quizá el toque más sutil de Sheinbaum con Trump ha protegido al país de más trastornos. “Ha sido digna y discreta al no buscar pelea”, dijo Enrique Krauze. “Las características naturales de ella están siendo funcionales hasta ahora frente a una personalidad como la de Trump”.