Las autoridades federales incautaron más de un millón y medio de litros de hidrocarburo en dos plantas ubicadas en Moloacán y Las Vigas, las cuales funcionaban abiertamente como centros de acopio y procesamiento de residuos peligrosos.
Lejos de tratarse de instalaciones ocultas, estaban visibles, activas y contaban con infraestructura eléctrica, hidráulica y de gas plenamente funcional.
Ambos sitios, ubicados en Moloacán, al sur del estado, y en Las Vigas, a una hora de Xalapa, funcionaban bajo la fachada de ser centros de acopio y procesamiento de residuos peligrosos y contaban con permisos ambientales vigentes. Incluso presentaron Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA) y habían sido inspeccionados por autoridades como la Procuraduría de Protección al Ambiente federal (Profepa), de Protección Civil y hasta por el Ejército, todo esto antes de ser asegurados por ser inmuebles utilizados para el tráfico de hidrocarburos.
¿Quiénes están atrás?
Cabe recordar que el operativo realizado el 8 de julio en Las Vigas resultó en la incautación de 933 mil litros de hidrocarburo ilegal y 64 carrotanques, sin que se registraran detenidos durante la acción.
Las empresas utilizadas como fachada para su operación, Petrosoluciones del Sureste y Energía Ecorenovable, están formalizadas legalmente en el Registro Público de Comercio. Sus socios tienen otras compañías del mismo giro que operan en entidades como Nuevo León, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo, de acuerdo a datos de Proceso.