WASHINGTON, 2 dic (Reuters) – El presidente Donald Trump, quien se ha presentado a sí mismo como un luchador contra las drogas ilegales, indultó al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, quien fue liberado de una prisión estadounidense donde cumplía una condena de 45 años por cargos de narcotráfico y posesión de armas.
Trump firmó el indulto para Hernández el lunes por la noche, informó un funcionario de la Casa Blanca. Fue liberado de prisión en Hazelton, en el estado de Virginia Occidental, el lunes, según el registro de la Oficina Federal de Prisiones (BOP).
El presidente estadounidense, quien ha citado los peligros del tráfico ilegal de drogas desde Latinoamérica como justificación para una serie de ataques estadounidenses a embarcaciones en el Caribe y un reforzamiento militar cerca de Venezuela, se comprometió el viernes a indultar a Hernández, quien, según él, había sido tratado injustamente.
En marzo de 2024, un jurado de Manhattan declaró a Hernández culpable de aceptar millones de dólares en sobornos para proteger cargamentos de cocaína con destino a Estados Unidos, pertenecientes a traficantes a los que alguna vez declaró públicamente combatir. Fue sentenciado en junio del año pasado.
La esposa de Hernández, Ana García, confirmó en redes sociales la liberación.
“Después de casi cuatro años de dolor, de espera y de pruebas difíciles, mi esposo Juan Orlando Hernández volvió a ser un hombre libre, gracias al perdón presidencial otorgado por el presidente Donald Trump”, escribió en X García, primera dama de Honduras entre 2014 y 2022.
En su sentencia, Hernández dijo haber sido víctima de narcotraficantes que testificaron en su contra después de que él ayudó a extraditarlos a Estados Unidos.
“Esta fue una persecución política por parte de narcotraficantes y políticos”, declaró Hernández en ese momento.
Hernández escribió una extensa carta a Trump en la que se autodenominó blanco político del Gobierno del expresidente Joe Biden, comparándose con el exempresario neoyorquino, quien enfrentó varios juicios tras su primer mandato, liderados en parte por el Departamento de Justicia.
El funcionario de la Casa Blanca dijo que Trump no había visto la carta antes de anunciar su intención de indultar a Hernández el viernes.
Roger Stone, comentarista conservador y aliado de Trump desde hace mucho tiempo, había abogado durante meses por la liberación de Hernández, alegando que el expresidente hondureño había sido incriminado y víctima de una “persecución” políticamente connotada por la administración de Biden.
“Estas son exactamente las mismas tácticas que se emplearon contra el propio presidente Donald Trump mediante la investigación ilícita e inconstitucional de Jack Smith”, dijo Stone en su programa de radio el domingo.
Stone afirmó haber entregado a Trump la carta de Hernández. En el programa, la esposa de Hernández, Ana García, afirmó que la defensa de Stone a su esposo había marcado una “gran diferencia” en la decisión del presidente.
Stone no respondió a las solicitudes de comentarios.
La liberación de Hernández ocurrió después de las elecciones presidenciales en Honduras, en las que Trump respaldó al candidato Nasry Asfura, del conservador Partido Nacional, quien se enfrenta al liberal Salvador Nasralla. El último recuento de votos mostró que ambos estaban prácticamente empatados, con poco menos del 40% de los votos.
El partido de Asfura forjó una estrecha alianza con Washington bajo el Gobierno de Hernández, quien fue presidente de 2014 a 2022 y fue arrestado poco después de dejar el cargo.
Honduras se convirtió en un centro mundial de exportación de cocaína tras el golpe de Estado de 2009, que generó inestabilidad política y permitió que los cárteles de la droga ganaran influencia.
El país, asolado por la pobreza y con una población de unos 11 millones de habitantes, se convirtió en uno de los lugares más violentos del mundo, mientras grupos rivales luchaban por el control de las rutas de tráfico.
Durante la presidencia de Hernández, cientos de miles de hondureños migraron a Estados Unidos huyendo de la extorsión y la violencia de las pandillas.
(Reporte de Jeff Mason en Washington y Diego Oré en Ciudad de México; Reporte adicional de Aída Peláez Fernández, Nathan Layne, Katharine Jackson y Andrew Hay; Editado por Natalia Ramos)


