El 11 de diciembre de 2024, el Senado de la República aprobó por unanimidad una reforma histórica que prohíbe el uso de cigarrillos electrónicos y vapeadores en México. Con 110 votos a favor, 5 en contra y 2 abstenciones, esta medida busca frenar el creciente uso de estos dispositivos, especialmente entre niños y jóvenes. Además, se aprobó la prohibición de los precursores químicos del fentanilo, un paso decisivo en la lucha contra el tráfico de sustancias ilícitas.

La iniciativa fue enviada a la Cámara de Diputados por el gobierno federal como parte de una serie de medidas en el marco de la estrategia nacional contra el consumo de sustancias nocivas para la salud. Este importante paso fue respaldado por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien destacó el valor de la decisión durante su conferencia matutina.

Razones del gobierno sobre la prohibición de los vapeadores

Durante la conferencia matutina de este viernes, la presidenta Sheinbaum y Armida Zúñiga, directora de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), explicaron el trasfondo de esta nueva política pública. Zúñiga presentó un informe detallado sobre los riesgos para la salud asociados con los vapeadores, basándose en estudios realizados en 2022 por Cofepris.

En el estudio, se identificaron más de 30 sustancias tóxicas presentes en los vapeadores que ponen en riesgo la salud de los usuarios. Estas sustancias, aunque no siempre aparecen en las etiquetas de los productos, incluyen compuestos como el dimetil éter, tolueno, butirato de etilo, benceno y acroleína. Estos productos, que se venden como inofensivos, fueron encontrados a niveles peligrosos en los vapeadores, lo que llevó a las autoridades sanitarias a emitir una alerta sobre su consumo.

Los efectos nocivos de los vapeadores en la salud

El gobierno mexicano, en conjunto con la Cofepris, ha destacado varios de los principales riesgos para la salud derivados del uso de vapeadores. Las sustancias contenidas en estos dispositivos pueden causar una variedad de problemas graves, incluyendo daño cardiovascular, daño al sistema nervioso, y afecciones respiratorias. A continuación, se detallan algunos de los principales riesgos:

Nicotina: Altamente adictiva, esta sustancia provoca daños al sistema cardiovascular y afecta el sistema nervioso central, aumentando el riesgo de enfermedades como hipertensión y problemas respiratorios.

Acroleína: Esta sustancia puede inducir arritmias cardíacas y disminuir la frecuencia cardíaca, lo que afecta negativamente al corazón.

Formaldehído: Un potente irritante de las mucosas, se asocia con un mayor riesgo de cáncer de pulmón, laringe y esófago.

Metilglioxal y Glioxal: Estas sustancias son citotóxicas y afectan las células epiteliales de las vías respiratorias, contribuyendo a la inflamación crónica y el daño celular.

Benceno, Tolueno y Xileno: Sustancias presentes en los vapeadores que afectan el sistema nervioso central y el sistema hematopoyético, además de ser carcinógenas.

Acetaldehído: Junto con el alcohol y el tabaco, se clasifica como un carcinógeno de grupo 1.

Dimetil Éter: Irrita los ojos y el tracto respiratorio, además de tener efectos perjudiciales sobre el sistema nervioso central.

El aumento del consumo entre jóvenes: una preocupación central

Uno de los mayores focos de preocupación para el gobierno es el aumento del uso de vapeadores entre niños y adolescentes. Según estudios de la Cofepris, el consumo de estos dispositivos ha crecido en segmentos cada vez más jóvenes, lo que pone en riesgo su salud y desarrollo. La popularidad de los vapeadores entre los jóvenes se debe, en parte, a su amplia variedad de sabores y a la percepción errónea de que son menos dañinos que los cigarrillos tradicionales.

El gobierno mexicano, a través de la Secretaría de Salud y la Cofepris, ha intensificado sus esfuerzos para informar a la población sobre los peligros asociados con el uso de estos dispositivos, y con la reciente prohibición, se espera reducir significativamente el consumo entre los más jóvenes.

as políticas públicas en la lucha contra el consumo de sustancias nocivas

La prohibición de los vapeadores y cigarrillos electrónicos forma parte de un esfuerzo más amplio por parte del gobierno de Claudia Sheinbaum para combatir el consumo de sustancias nocivas y mejorar la salud pública en México. Estas políticas incluyen medidas de prevención, regulación estricta de productos, y campañas de concientización que buscan reducir los riesgos asociados con el tabaco, el alcohol y otras sustancias.

Además, la reforma aprobada por el Senado también incluye medidas adicionales para combatir el tráfico y el uso ilícito de sustancias como el fentanilo, un opioide que ha generado una crisis de salud en varios países, incluido México.