Abraham Figueroa Valdés, de 24 años, trabajador de una tienda comercial ubicada en la colonia Centro de Minatitlán, perdió el brazo izquierdo luego de que fuera atrapado por una máquina de tortillas mientras realizaba sus labores. El caso ha generado preocupación entre sus familiares, quienes temen que la empresa intente deslindarse del incidente argumentando que el joven habría introducido el brazo deliberadamente.
La tienda emitió una hoja de riesgo dirigida al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en la que, basándose presuntamente en videograbaciones, señalan que el molino no contenía masa al momento del accidente, por lo que sugieren que se trató de un acto intencional.
Esa versión fue rechazada por Elías Figueroa Trinidad, padre del afectado, quien relató que el accidente ocurrió el lunes por la mañana cuando Abraham realizaba sus tareas habituales. Según explicó, su hijo le dijo que al intentar subir a la máquina para vaciar masa resbaló, lo que provocó que su mano cayera dentro del molino en funcionamiento.
EXIGEN JUSTICIA
“La tienda quiere responsabilizarlo completamente, pero no es verdad. Mi hijo no tiene vicios ni motivos para lastimarse. Solo pedimos justicia”, expresó el padre.
Elías agregó que Abraham había reportado anteriormente la falta de condiciones básicas de seguridad, como un botón de paro de emergencia y un banquito que le permitiera trabajar sin arriesgar su integridad. Con solo cuatro meses en el empleo, el joven sostenía con ese salario a su esposa y a su hijo de tres años.
Tras el accidente, dos compañeros fueron quienes actuaron de inmediato para auxiliarlo y trasladarlo en un taxi al Hospital General de Zona número 32 del IMSS, luego de que varios conductores se negaran a llevarlo por la hemorragia que presentaba. Uno de ellos incluso le aplicó un torniquete con su propio cinturón, lo que, según su padre, le salvó la vida.
Elías lamentó que dentro del establecimiento no existieran medidas de seguridad esenciales, como protecciones en los rodillos, malla en la tómbola y un botón de emergencia accesible. Señaló que su hijo ya había advertido estas carencias a sus superiores sin recibir respuesta.
VIVIÓ MOMENTOS ATERRADORES
Entre lágrimas, recordó cómo sus compañeros rescataron a Abraham mientras la máquina seguía operando.
“Mi hijo les pedía que no lo dejaran morir. Fueron ellos quienes lo sacaron, no la empresa.”
El padre también denunció que representantes de la tienda acudieron al hospital un día después para insistir en la versión de que el joven provocó su propio accidente, lo que considera un intento de evitar responsabilidades.
De acuerdo con médicos, Abraham podría ser dado de alta la próxima semana, aunque deberá llevar tratamiento permanente debido al dolor crónico que sufrirá de por vida tras la amputación.
Hasta el cierre de esta edición, la empresa no había emitido una postura oficial sobre lo ocurrido.


