El Gobierno alemán ha convocado este viernes al embajador de Rusia en Berlín, Serguéi Necháyev, para protestar formalmente por lo que califica como un aumento significativo de actividades híbridas atribuidas a Moscú, entre ellas ciberataques, sabotajes, campañas de desinformación e intentos de interferencia política. La decisión fue confirmada por el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán en un contexto de creciente tensión diplomática entre Berlín y Moscú. La protesta ante el representante de Moscú se produce en la antesala del Consejo Europeo de la semana próxima, cuando se espera que la Unión Europeabloqueará los activos rusos en Europa. La medida permitiría utilizar los miles de millones de euros en activos del Banco Central Ruso para garantizar un préstamo que ayude a Ucrania a satisfacer sus necesidades financieras y militares durante los próximos dos años.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Martin Giese, afirmó que las autoridades alemanas siguen las actividades hibridas rusas “muy de cerca” y advirtió de que Berlín se reserva el derecho a responder. “Esta mañana hemos convocado al embajador ruso al Ministerio de Asuntos Exteriores y hemos dejado claro que estamos observando las acciones de Rusia muy de cerca y que tomaremos medidas contra ella”», declaró en conferencia de prensa.
Según el Gobierno alemán, las actividades denunciadas incluyen ciberataques contra infraestructuras críticas, así como operaciones de influencia destinadas a socavar la confianza pública en las instituciones democráticas. Entre los incidentes citados figura un ataque informático detectado en 2024 contra sistemas relacionados con la seguridad del tráfico aéreo, que Berlín atribuye a un grupo de hackers vinculado al servicio de inteligencia militar ruso (GRU), conocido como APT28 o Fancy Bear. Las autoridades aseguran basar esta atribución en análisis de inteligencia, aunque no han hecho públicas pruebas técnicas detalladas.
Alemania recuerda además que el APT28 y el GRU han sido relacionados en el pasado con intrusiones cibernéticas a escala mundial, incluidas las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016, en las que fueron acusados por Washington de ayudar al entonces candidato republicano, Donald Trump, mediante la filtración de correos electrónicos del Partido Demócrata.
En el ámbito interno, Giese afirmó que los investigadores creen que el GRU también intentó desestabilizar e influir en las últimas elecciones federales alemanas, celebradas en febrero, a través de una campaña denominada Storm 1516.
“El análisis de nuestros servicios muestra que la campaña difunde investigaciones pseudocientíficas generadas artificialmente, secuencias de imágenes deepfake, sitios web pseudoperiodísticos y declaraciones de testigos falsas en diversas plataformas”, explicó el portavoz.
El Ejecutivo alemán considera que estas operaciones forman parte de una estrategia más amplia de guerra híbrida dirigida contra Alemania y otros países europeos. En ese sentido, Giese advirtió de que Moscú deberá afrontar una respuesta política y diplomática “Rusia se enfrentará a una serie de contramedidas por su guerra híbrida”, añadió el portavoz, que condenó “enérgicamente los repetidos e inaceptables ataques de los actores rusos controlados por el Estado”, declaró. “Seguiremos reforzando nuestro apoyo a Ucrania y nuestra disuasión y defensa”, dijo.
La convocatoria del embajador Necháyev constituye una protesta diplomática formal y se enmarca en una coordinación más amplia con los socios de la Unión Europea y de la OTAN. Aunque por ahora no se han anunciado sanciones concretas, Berlín no descarta medidas adicionales en respuesta a lo que considera una amenaza persistente.
La iniciativa alemana coincide con advertencias similares en otros países europeos. El Gobierno británico, por ejemplo, ha alertado en los últimos meses sobre campañas de desinformación y ciberamenazas atribuidas a redes vinculadas a Rusia, incluida la misma operación Storm 1516, reforzando la vigilancia y la cooperación entre aliados frente a este tipo de riesgos.
Hasta el momento, el Kremlin no ha respondido oficialmente a la convocatoria del embajador ruso en Berlín. En anteriores ocasiones, Moscú ha rechazado acusaciones similares, calificándolas de infundadas y denunciando un uso político de la ciberseguridad por parte de los países occidentales.
De hecho, esta misma tarde, la embajada rusa en Berlín ha considerado “infundadas” y “absurdas” las acusaciones alemanas de ciberataque e injerencia, según informa AFP.


