El empate 2-2 entre Monterrey y América dejó más que solo puntos sobre el campo. Tras el silbatazo final, Allan Saint Maximin, uno de los refuerzos más esperados del América, protagonizó una escena que dejó en evidencia la ruptura en el vestidor de las Águilas. El jugador, visiblemente molesto, estalló contra sus compañeros y decidió abandonar el campo solo, sin esperar a sus compañeros, lo que podría desencadenar graves problemas internos para el equipo.
En un video grabado por Roberto Haz, se puede ver a Saint Maximin dirigiéndose directamente al vestidor sin dirigirse a sus compañeros ni esperar a los demás miembros del plantel. Su actitud despectiva, al marcharse sin formar parte del ritual colectivo post-partido, reflejó el evidente malestar del jugador con la situación del equipo. Este tipo de reacciones, además de poner en evidencia su frustración, podrían generar un ambiente negativo dentro del grupo, lo que representaría un desafío para el entrenador André Jardine.
La situación se torna aún más complicada debido a la falta de efectividad de Saint Maximin en los últimos partidos. Luego de un debut prometedor en el que anotó goles en sus primeros dos encuentros, el francés ha tenido un rendimiento a la baja, lo que no solo ha generado críticas en los medios, sino también un posible distanciamiento dentro del plantel. La actitud del jugador parece reflejar más que un mal día en la cancha; parece ser una señal de que su relación con el equipo podría estar deteriorándose rápidamente.
El apodo de “Maxi-Man”, que Jorge Pietrasanta le dio tras sus primeros goles, parecía predecir un futuro brillante para el francés en el América. Sin embargo, tras un inicio fulgurante, la realidad ha sido otra. Saint Maximin no ha logrado repetir su rendimiento en los partidos siguientes, y su falta de impacto en el campo ha comenzado a coincidir con problemas fuera de él. Lo que comenzó como una gran promesa ahora se está convirtiendo en un dolor de cabeza para el cuerpo técnico y la directiva del club.
El rendimiento de un jugador no solo se mide por su desempeño en la cancha, sino también por su actitud fuera de ella. En este sentido, la salida apresurada de Saint Maximin del campo y su aparente desprecio por la unidad del equipo en un momento tan delicado son señales preocupantes de que su integración al América no está siendo tan exitosa como se esperaba.