Por medio de las redes sociales, la pagina “Juanita Guzmán” compartió la difícil experiencia laboral que un boleador de zapatos vive día a día para lograr sustentarse junto a su familia.

De acuerdo con el señor José María, quien se dedica a este oficio, aunque día con día se encuentra laborando en el Parque Independencia, cada vez menos personas solicitan esta labor, por lo que ha presentado dificultades para “sacar lo de la comida”.

José María, quien labora desde hace 30 años aproximadamente como boleador, señala que en ocasiones no hay suficiente trabajo ni para completar la renta, así como apenas y logra obtener ganancias para la comida.

Temporada baja para los boleadores

“Queremos trabajo (…) desde hace 4 o 5 meses ha estado muy baja la chamba. Ayer me hice 5 pares, con eso no sacas ni lo de la comida, medio comimos”, expuso el boleador.

Señaló que luego que pasaran las vacaciones de Semana Santa esperaban repuntar su negocio, sin embargo, no fue así, además dijo que hace años esta labor era productiva, es decir, se podía salir adelante pero en la actualidad las personas ya no utilizan este servicio.

“Que se acuerden de nosotros, está bajando (el trabajo), ya se olvidaron de lustrar calzado. La mayoría usa tenis, es donde nos baja la chamba. No se acuerdan, no se quieren venir a bolear”, lamentó.

De acuerdo con el boleador, el costo de este servicio ronda de los 30 a los 50 pesos.