Ante el próximo regreso a clases, el optometrista Alan Camarillo exhortó a los padres de familia a realizar estudios visuales a sus hijos, con el objetivo de detectar a tiempo cualquier problema ocular que pudiera haberse desarrollado durante el periodo vacacional.


Advirtió que el uso excesivo de dispositivos electrónicos durante las vacaciones podría haber afectado la salud visual de los menores.


El especialista mencionó que 9 de cada 10 niñas y niños que acuden a consulta presentan miopía o astigmatismo, afecciones visuales que pueden impactar negativamente en su desempeño escolar. “Es una temporada que ellos se desestresan, se distraen, se divierten, y ahorita con los videojuegos, les afecta en ciertas partes la agudeza visual”, explicó.


Camarillo subrayó que la vista de los menores se puede deteriorar con actividades cotidianas como el uso prolongado de pantallas, la realización de tareas escolares y otras actividades visuales intensas.

“Al hacer las tareas o múltiples actividades, la vista se empieza a desgastar, lo más recomendable es hacer un chequeo cada seis meses, en este caso, antes de que entren a clases, para que si tienen un problema de agudeza visual, comience a tratarse desde antes”, enfatizó.


El optometrista aseguró que la mayoría de los pacientes infantiles que atiende ya presentan algún grado de daño visual, aunque algunos lo hayan desarrollado desde el nacimiento.

“En este caso, de los pacientes que me han traído, podría decirte que uno de cada diez pacientes salen libres de problemas visuales, la mayoría ya tiene ciertos desgastes”, indicó.


Precisó que tanto la miopía como el astigmatismo pueden surgir con el tiempo o ser de origen congénito, por lo que recomendó a los padres no dejar pasar los primeros síntomas, toda vez que diagnóstico temprano puede marcar la diferencia en el tratamiento y evitar complicaciones a largo plazo.


Además del rendimiento escolar, los problemas visuales pueden influir en el comportamiento y estado emocional de los menores.


Asimismo, advirtió que la frustración por no ver bien el pizarrón o leer con dificultad puede reflejarse en bajo aprovechamiento académico o cambios de humor.


Finalmente, reiteró la importancia de acudir con un profesional certificado en optometría y evitar el uso de lentes adquiridos en tiendas no especializadas.