CANADÁ.-La gran propiedad rural en Falkland, Columbia Británica, donde la Real Policía Montada de Canadá (RCMP) descubrió el mayor laboratorio de drogas ilícitas del país, pertenece a Michael Driehuyzen, un electricista de Abbotsford, según registros de propiedad, dice el medio Vancouver Sun.

Driehuyzen adquirió la finca de 163 acres en mayo de 2007 por $655,000, y actualmente está valorada en $928,000 según documentos del Registro de Títulos y la Evaluación de B.C. La propiedad, ubicada en la Reserva de Tierras Agrícolas, originalmente figuraba como su dirección residencial, pero registros más recientes indican que reside en otra finca en Abbotsford, propiedad de una compañía avícola de Kamloops.

El laboratorio clandestino, ubicado en un edificio anexo de la propiedad, fue desmantelado por la sección federal de crímenes organizados graves de la RCMP. Según el Comisionado Asistente David Teboul, se encontraron suficientes sustancias químicas para producir 96 millones de dosis de fentanilo, junto con toneladas de químicos para fabricar metanfetaminas.

Operación criminal y vinculaciones

La investigación reveló que el laboratorio estaba vinculado a redes criminales transnacionales y a la pandilla Wolfpack, una alianza criminal local. Entre las pruebas recuperadas se encontraba evidencia relacionada con Donald Lyons, un gánster de los Independent Soldiers asesinado en Princeton. Lyons, conocido por su historial de narcotráfico, tenía vínculos estrechos con líderes de la pandilla y se cree que participaba en las operaciones del laboratorio.

Además, el caso está relacionado con otra propiedad en Enderby, donde en septiembre se incautaron 30,000 kilogramos de químicos precursores. Esta propiedad fue adquirida por una empresa con sede en Ontario, 2735152 Ontario Inc., cuyo presidente, Osman Ghazie, y otros involucrados no han respondido a las consultas de los medios.

mplicaciones internacionales y métodos inusuales

El descubrimiento de precursores químicos para metanfetaminas utilizados principalmente por cárteles mexicanos, como la fórmula P2P, representa una novedad preocupante en Canadá. Estos químicos, mayormente no regulados en el país, se importan desde China. Esto sugiere posibles conexiones entre las organizaciones criminales canadienses y los cárteles mexicanos, aunque las autoridades no han confirmado detalles específicos, indica el New York Times.

La operación en Falkland también marca un avance en las tácticas de criminales organizados internacionales. El laboratorio, calificado como “superlab” por las autoridades, refleja un nivel de sofisticación y alcance que supera a las bandas locales.

Costos y consecuencias

La limpieza de la propiedad en Falkland ya ha costado cerca de $1 millón. Además de los químicos, la RCMP incautó 300 kilogramos de metanfetaminas listas para exportar, junto con 90 armas, incluidas pistolas, rifles de asalto y una subametralladora.

En términos de impacto, esta operación pone de manifiesto la posición de Canadá como un actor emergente en el comercio global de drogas, particularmente en la exportación de metanfetaminas hacia mercados lucrativos como Australia. Desde inicios de 2023, la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá ha interceptado 10 toneladas de metanfetaminas destinadas a exportación.