A pesar de la expectativa que genera la temporada decembrina, el mercado de artesanías e importaciones, popularmente conocido como la “fayuca” de Coatzacoalcos, no ha registrado el repunte esperado en sus ventas.

Los comerciantes se mostraron alarmados por la lentitud de la actividad económica, que se mantiene en niveles bajos.

Juan Fernández García, comerciante de la fayuca, expresó su preocupación, “las ventas se implementarían con la temporada decembrina, que todo comerciante espera este mes, pero hasta ahorita va muy lento y no repuntan las ventas, las ventas siguen siendo muy bajas y sí nos alarma”.

CAÍDA DEL 50 POR CIENTO

Fernández García estimó que la disminución en las ventas ha sido drástica en los últimos años, en un 50 por ciento en comparación con el mismo periodo del año pasado. Atribuyó esta situación directamente a la economía de los consumidores.

“Quiero pensar que eso es lo que no repunta, porque la economía con los trabajadores, que son los que adquieren, sigue siendo bajas”, recalcó.

La crisis ha tenido graves consecuencias, pues el número de locatarios se ha reducido drásticamente, “quedamos como unos cien comerciantes, éramos 300, con las ventas bajas, muchos no soportaron, no pudieron sostener los gastos de luz, agua, impuestos, ventas, y muchos se fueron”, apuntó.

DESVENTAJAS FRENTE A CRÉDITOS

El comerciante hizo hincapié en que la fayuca opera como un comercio establecido que paga impuestos y ofrece precios accesibles, e incluso puede expedir facturas a sus clientes. Sin embargo, reconoció la desventaja que enfrentan frente a la competencia que maneja esquemas de crédito.

“Tenemos desventajas con las plazas y otros comercios que les dan créditos, yo creo que la gente prefiere endrogarse y mantener un endeudamiento de un año, o más, que venir y comprar algo en la fayuca, que es en efectivo”, señaló.

A pesar del desalentador panorama actual, la esperanza de los comerciantes está puesta en la inyección de liquidez que traerán las prestaciones de fin de año.

“Yo tengo esa plena confianza en que una vez que empiecen a pagar los aguinaldos, las ventas repunten, con la mejor de mi fe,” concluyó Fernández García.