Los señalamientos del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos respecto a tres instituciones financieras mexicanas atizaron las pugnas dentro de la Secretaría de Hacienda de México.

Muestra de ello es la vacancia en la Subsecretaría de Hacienda que dejó Edgar Amador para convertirse en el secretario del ramo, la cual lleva cuatro meses sin ser ocupada, principalmente porque los jaloneos internos entre la Oficina de la Presidencia, el SAT y las huestes del exsecretario Rogelio Ramírez de la O no lo han permitido.

Según fuentes de Hacienda, el viernes pasado, el actual jefe de la Oficina de Hacienda, Roberto Lazzeri, habría amagado con dejar el cargo si no se le nombraba como subsecretario del ramo. Sin embargo, en la Oficina de la Presidencia apoyan a la titular de la Unidad de Crédito Público, Maricarmen Bonilla.

A Lazzeri, otrora mano derecha del exsecretario Ramírez de la O, no lo ven con seriedad, entre muchas otras cosas porque tiene su propia agenda y sus propios intereses. Ni qué decir de cómo se lleva con el SAT, donde Alejandro Martínez Dagnino se resiste a enterarle cualquier cosa a Carlos Lerma, el flamante subsecretario de Ingresos, que a su vez le reporta al extitular de esa cartera que ahora vive entre Texas y Nueva York: Rogelio Ramírez de la O.

Al amago de renuncia del jefe de la Oficina de Hacienda se sumó a la posible dimisión del titular de la Unidad de Planeación Económica, Rodrigo Mariscal, y también de la titular de la Unidad de Crédito Público, Maricarmen Bonilla.

Ambos eran cartas del actual titular de Hacienda, Edgar Amador, para ocupar esa posición en la que él inició en el actual sexenio. Sobre todo Mariscal, a quien le prometieron hace unas semanas el nivel de subsecretaria. Las cosas se complicaron por el caso de las tres instituciones financieras mexicanas señaladas por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, y por el oportunismo de exsecretarios y exsubsecretarios que ven en la actual coyuntura la posibilidad de ser llamados de vuelta para “arreglar” los problemas. La realidad es que pueden traer al economista más avezado, pero ninguno logrará componer el desaseo que hay en todo el sistema financiero mexicano.

Mariscal Paredes fue informado esta semana de que su jefe ya no lo impulsaría hacia el cargo, por lo que decidió seguir los pasos de su rival, Roberto Lazzeri, y amagó también con dejar la Secretaría. Ambos sabían que sus oportunidades reales para ocupar la Subsecretaría eran limitadas.

El verdadero problema, según fuentes de Palacio Nacional, es que muchos funcionarios del actual equipo de Hacienda siguen bajo la influencia del exsecretario Rogelio Ramírez de la O, quien por cierto ya le declaró la guerra a su sucesor y se dedica a ponerle piedras en el camino. El conflicto por la Subsecretaría de Hacienda sería precisamente uno de esos obstáculos que el ahora asesor de Claudia Sheinbaum le pone a quien lo relevó en el cargo. El Caballo de Troya que dejó en ese espacio es Roberto Lazzeri.

El objetivo de Ramírez de la O va más allá de tomar las riendas de la Subsecretaría de Hacienda. El fundador de Ecanal va por el máximo cargo financiero de la administración federal, pues desde hace tiempo impulsa para esa posición a su amigo Santiago Levy.

Pero parece que contra viento y marea Edgar Amador se mantendrá en el cargo. No se descarta que quien esté moviendo las aguas también sea el exsubsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, quien se fue a vivir a Washington, a trabajar para el Banco Mundial, después de ser desechado por el gobierno de la 4T, igual que su amigo y exjefe, Arturo Herrera, quien del régimen de la 4T solo recibió maltratos.

Otro de los nombres que han sonado para llegar a ocupar la Subsecretaría de Hacienda es el del actual director de Banobras, Jorge Mendoza. Así que hay muchos aspirantes y mucha grilla en Hacienda, en momentos en los que todos deberían estar concentrados en cómo salir del escándalo generado por la bomba que les mandó el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.

Posdata 1

Banco Azteca, propiedad del empresario mexicano Ricardo Salinas Pliego, fue reconocido como el más rentable y el de mayor liquidez de México, según la revista The Banker, perteneciente a Financial Times Group.

A través de un comunicado, la institución financiera detalló que, según lo señalado en el ranking Top 1,000 World Banks 2025, también se encuentra dentro de los cinco bancos con mejor desempeño en territorio nacional y en la novena posición nacional dentro del listado global.

El brazo financiero de Grupo Salinas expuso que seguirá trabajando con miras al largo plazo, no sólo para fortalecer su negocios, sino también para dar impulso al desarrollo económico de México.

Dicho reconocimiento se da en medio de la “guerra”, de pronóstico reservado, que libran el grupo del empresario Salinas Pliego con el gobierno federal por un supuesto adeudo fiscal.

Posdata 2

A propósito del Grupo Salinas, este próximo 12 de julio auspiciará una cena de gala en honor del Embajador de los Estados Unidos en México, Ronald Johnson, en un hotel de la Ciudad de México.

No es la primera vez que Grupo Salinas patrocina un evento del gobierno estadounidense. En enero, durante la toma de protesta de Donald Trump, el grupo del magnate Ricardo Salinas Pliego financió el Hispanic Inaugural Ball 2025, evento que formó parte de la toma de protesta de Trump como presidente número 47 de los Estados Unidos de América, y el cual tuvo por objeto fortalecer lazos entre empresarios de la comunidad hispana y la próxima administración estadounidense.

Esto se suma al evento del jueves pasado, que se llevó a cabo en la residencia oficial del Embajador de Estados Unidos en México por el 249 Aniversario de la Independencia de Estados Unidos.

Algunos de los asistentes a esa reunión por parte de la iniciativa privada mexicana fueron Carlos Slim Helú, su hijo Carlos Slim Domit y Héctor Slim; también el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Francisco Cervantes, y el presidente de Concamin, Alejandro Malagón.

Posdata 3

La plataforma financiera Plata anunció la colocación de bonos senior no garantizados por un monto de 120 millones de dólares, con vencimiento en julio de 2028. La fecha prevista de emisión de los bonos es el 16 de julio de 2025.

La colocación se realizó tras un proceso de roadshow integral y tuvo una fuerte demanda de 1.7 veces mayor a la oferta anunciada. Los recursos de los bonos se utilizarán para impulsar el crecimiento de la empresa y refinanciar la deuda existente.

Pareto Securities actuó como Sole Bookrunner en la transacción y Ritch, Mueller y Nicolau, S.C y Skadden, Arps, Slate, Meagher & Flom LLP participaron como asesores legales de Banco Plata.