La noche del pasado martes, la comunidad cultural de Agua Dulce perdió a una de sus más entrañables exponentes de la literatura y la poesía: Aurora del Valle Mayo, reconocida escritora, versadora y cronista de la vida aguadulceña.

Su fallecimiento deja un vacío entre quienes la conocieron y valoraron su obra, pero también un legado de amor por las letras que trascenderá generaciones. Conocida cariñosamente como Doña Lola, dedicó su vida a retratar en versos la esencia de su tierra y su gente.

A través de sus obras, entre ellas ´Letras del corazón´, compartió relatos llenos de sentimiento, identidad y tradición. Sus escritos no solo narraban historias, sino que rescataban la memoria colectiva de Agua Dulce y Tonalá, lugares que habitó y amó profundamente.

PASIÓN

Durante años, su pasión por la poesía y la escritura la llevó a participar en encuentros culturales y festivales, donde su voz pausada y emotiva llenaba de vida cada estrofa. Su talento y dedicación la convirtieron en una figura admirada por quienes comparten la pasión por las letras y la tradición oral.

Este miércoles, familiares, amigos y admiradores le rindieron homenaje en la Sección 22, donde fue velada en un ambiente de respeto y gratitud por su legado. Este jueves, sus restos serán sepultados en la Congregación de Tonalá, la misma tierra que inspiró gran parte de su obra y donde su memoria permanecerá viva.

Aurora del Valle Mayo no solo escribió poesía, sino que tejió con sus palabras el alma de un pueblo. Hoy, Agua Dulce la despide con nostalgia, pero también con la certeza de que su voz seguirá resonando en cada página y en cada corazón que se acerque a su obra.