Una nueva instalación clandestina dedicada al procesamiento ilegal de hidrocarburos fue asegurada en Tequisquiapan, Querétaro, tras denuncias ciudadanas motivadas por un fuerte olor a gasolina. El hallazgo pone de relieve, además, una tendencia similar ocurrida previamente en Coatzacoalcos, Veracruz, donde se detectó y desmanteló otra mini refinería clandestina con enormes riesgos ambientales y sociales.

El aseguramiento ocurrió el 29 de septiembre de 2025 en la comunidad de La Trinidad, municipio de Tequisquiapan, después de que residentes reportaran olor intenso a combustible.
En el sitio, que funcionaba bajo la apariencia de una recicladora, las autoridades federales localizaron hasta 400 mil litros de gasolina y diésel almacenados ilegalmente.

También se encontraron tanques de gran capacidad, sistemas de despacho con bombas, ductos para transporte de combustible, y equipos rudimentarios para refinamiento ilegal.
El operativo fue encabezado por la Fiscalía General de la República (FGR) con coadyuvancia de Guardia Nacional y fuerzas estatales y municipales. A pesar del decomiso, no se reportaron detenciones hasta el cierre del informe.

Protección Civil permaneció en alerta por riesgos de explosión o derrame dado el carácter inflamable de los materiales hallados.

LA MINI REFINERÍA DE COATZACOALCOS

En junio de 2025, autoridades federales localizaron en Coatzacoalcos una instalación ilegal con capacidad para procesar combustibles como diésel artesanal, nafta ligera, solventes y otros derivados. En este caso, el decomiso fue de más de 500 mil litros de hidrocarburos.

De acuerdo con el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, el inmueble operaba sin permisos y representaba un alto riesgo para los ecosistemas locales y la población circundante.

La gobernadora Rocío Nahle descartó que lo encontrado fuera una “mini refinería” en el sentido técnico, calificándolo como una “mezcladora de aceites”, argumentando que el proceso de refinación real implica estructuras y procesos más complejos.

Organismos de seguridad realizaron cateos, reconocimientos aéreos y vigilancias de inteligencia para ubicar y cerrar estas operaciones.

PERSISTE CONSTRUCCIÓN DE MINI REFINERÍAS CLANDESTINAS

El descubrimiento en Querétaro refleja que el problema del huachicol y de mini refinerías clandestinas persiste en diferentes regiones de México, incluso alejadas de las zonas petroleras tradicionales. El uso de denuncias ciudadanas muestra la relevancia del involucramiento comunitario para detectar este tipo de ilícitos.

Los riesgos son múltiples: contaminación ambiental, peligros para la salud por exposición a sustancias químicas, pérdidas económicas para el Estado por impuestos y venta del combustible, y además amenazas de seguridad debido a la naturaleza explosiva de los productos involucrados.

Se espera que la FGR amplíe la investigación para identificar a los responsables de la refinería de Querétaro, así como posibles vínculos con redes criminales dedicadas al huachicol.


También se prevé examinar si existía complicidad local o permisos fraudulentos detrás del funcionamiento de estas instalaciones.

Las dependencias ambientales y de seguridad deberán evaluar daños al medio ambiente y posibles riesgos para poblados cercanos.
En Veracruz, las investigaciones continúan sobre la instalación de Coatzacoalcos, a fin de determinar responsabilidades efectivas y asegurar que nuevas operaciones clandestinas sean detectadas a tiempo.

Este nuevo descubrimiento enfatiza la urgencia de reforzar estrategias de inteligencia, coordinación interinstitucional y denuncias ciudadanas, para evitar que se multipliquen las “mini refinerías” y el mercado ilegal de combustibles siga causando estragos en varias comunidades del país.