Concluido desde hace siete meses y equipado con mobiliario médico, el nuevo edificio del Centro de Salud de Las Choapas permanece cerrado sin brindar servicio, debido —según autoridades— a la “falta de permisos”. Mientras tanto, miles de usuarios siguen siendo atendidos en un inmueble deteriorado, con grietas, espacios insuficientes y condiciones indignas.
Durante la emergencia por COVID-19, el personal improvisó consultorios con lonas y láminas ante la falta de espacio. Hoy, a mitad de 2025, nada ha cambiado: el viejo centro apenas se sostiene y el nuevo, pese a estar listo, no ha sido habilitado.
La obra, financiada por el Gobierno del Estado, fue iniciada en pleno proceso electoral, lo que generó suspicacias entre ciudadanos y trabajadores, quienes consideran que se trató más de un acto proselitista que de un compromiso real con la salud pública.
SIN CLARIDAD
El reciente recorrido del secretario de Salud estatal por el sitio no dejó claridad: al ser cuestionado, evitó dar una fecha de apertura.
En el terreno ubicado sobre la Avenida Miguel Hidalgo, la maleza crece entre las bardas y los accesos están sellados. Personal médico del mismo centro reconoció, bajo anonimato, no tener información ni sobre el estatus legal ni sobre los planes operativos: “Es frustrante ver que algo que podría estar salvando vidas esté estancado por trámites y desinterés”, lamentaron.
Organizaciones ciudadanas ya han advertido que la construcción podría terminar como un “elefante blanco” más: obra millonaria, inutilizada y símbolo de la negligencia institucional.
Mientras eso sucede, cientos de pacientes cada semana siguen recibiendo consultas en un espacio colapsado, con fallas estructurales y sin garantías mínimas para una atención segura. En Las Choapas, la salud pública —otra vez— es la gran olvidada.