Contraesquina Política.
Por: Fernando Martinez Plascencia.
Coatzacoalcos Ver., a 15 de octubre del 2024.
Los Yunes Linares son niños de pecho en comparación con Juan Javier Gómez Cazarín.
La iglesia en manos de Lutero, dice un dicho, y es que pese a los negros antecedentes de corrupción del aún diputado Juan Javier Gómez Cazarín, al parecer se hará cargo de los programas federales del Bienestar,-según él-y tal imposición, quierase o no, abre una brecha política entre la presidenta Claudia Sheimbaum y Rocío Nahle, por no estar muy de acuerdo esta última con tal decisión.
Rocío Nahle aún no es gobernadora en funciones, esa ventaja la está aprovechando bien este ruin personaje que goza diciéndole a todos sus secuaces qué lo rodean que “me chingue a la tía chio, seré el delegado quiera o no”.
La gobernadora electa se ha mostrado contenta con Ludmila Martinez, la hija del ex alcalde de Jáltipan, Lucas Martínez, amigo de López Obrador, quien sido ratificada en la delegación a la salida de Manuel Huerta, una persona que demostró capacidad para sacar adelante la tarea tan relevante de dispersar la ayuda social a millones de veracruzanos, sin embargo, se impuso la corrupción por encima de la transparencia.
Llegará-de concretarse-con calzador a dicha dependencia este cuestionado personaje qué ha hecho de la política su modus vivendi, un tipo de lo más bajo que “fortaleció” la corrupción que tanto dijo combatir MORENA, que convirtió a la cámara de diputados en el recinto de una gran de cantidad de negocios al amparo del Poder, lucró con portales de noticias, asignándoles cantidades millonarias de los cuales recibe buenas mochadas.
A la presidenta Claudia Sheimbaum no le importó la forma sino el fondo, no le gusta la gente honesta, sino los corruptos, no se puede disimular que de llegar sería para operar los programas sociales y la compra de votos, ya lo hizo un tiempo a través de su cuate el ex secretario del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del Estado, Luis Rubén Barragán Ríos.
A través de este y otros personajes más ligados a él, Juan Javier Gómez lucró y cobró con las miles de tarjetas de los beneficiarios de 65 y Más, quienes ingenuamente entregaban su INE a funcionarios de Sedesol, y por mucho tiempo no vieron ni un solo peso, en pocas palabras el fraude cometido por este sinvergüenza y sus amigos es millonario.
El historial de este ambicioso vulgar es extenso, a través de testaferros formó empresas de la construcción con las que se apoderó a través del chantaje a los alcaldes qué tenían observaciones e irregularidades en sus cuentas públicas, de una gran cantidad de obra pública por todo el estado, como Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, metió a amigos, amantes, y parientes a la nómina, asignando sueldos exorbitantes para quedarse con una parte de ellos.
Esta es una pequeña radiografía de este despreciable sujeto que no tuvo respeto por el ejercicio público, que enterró la credibilidad de MORENA, y que si bien es cierto aquí se ganó, lo cierto es que hubo otros factores que influyeron en las votaciones.
Claudia Sheimbaum tendrá que lidiar-si así lo quiere y cede a la presión-con unos de los corruptos más sedientos de Poder, de los más sinvergüenzas y descarados qué existen en Veracruz, a su lado los Yunes Linares son niños de pecho, un hambriento de dinero, capaz de desfondar a los programas sociales.
La marca de la corrupción de este aprendiz de cacique está por todos lados, en Hueyapan de Ocampo impuso a su papá y amenaza con imponer al hermano en la siguiente elección, este ser oscuro resultará la peor decisión política que ha tomado la presidenta, además, repito, la gobernadora electa, Rocío Nahle, no se muestra complacida de concretarse tal imposición.
Juan Javier Gómez Cazarín hará de los programas sociales federales el más lucrativo negocio de su vida, mejor que si tuviera 20 o 100 gasolineras. De ese tamaño. Al tiempo.

