Una reunión en la Oficina Oval entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, tomó un giro preocupante este lunes, luego de que Bukele ofreció asistencia a Estados Unidos para abordar lo que describió como problemas de crimen y terrorismo.
La discusión derivó en propuestas controvertidas que podrían violar derechos civiles y órdenes judiciales, entre las que se encuentra enviar a ciudadanos estadounidenses al Centro de Confinamiento de Terroristas (Cecot), la megacárcel de Bukele.
El encuentro comenzó con expectativas de abordar el caso de Kilmar Abrego García, un hombre de Maryland deportado por error a El Salvador en marzo y encarcelado en el Cecot. A pesar de que la Corte Suprema ordenó el 10 de abril que la administración Trump facilite su liberación, la fiscal general Pam Bondi afirmó que Abrego García, acusado de ser miembro de la pandilla MS-13, fue deportado legalmente y que su retorno depende de El Salvador. Bukele, por su parte, rechazó categóricamente devolverlo: “Por supuesto que no lo haré”.
Posteriormente Trump propuso enviar ciudadanos estadounidenses condenados por crímenes violentos a prisiones salvadoreñas, una idea que Bukele respaldó. “Los criminales nacionales son los siguientes”, dijo Trump, según un video en vivo publicado en la cuenta de X de la oficina de Bukele. “Tienes que construir como cinco centros más”.
Bukele respondió con entusiasmo: “Tenemos espacio”, mientras funcionarios de Trump reían. “No es lo suficientemente grande”, añadió Trump.
Trump ya utiliza el Cecot para deportar a venezolanos y salvadoreños
La idea, que Trump ha mencionado antes, surge mientras su administración ya utiliza el Cecot de El Salvador, conocido por su brutalidad, para encarcelar a más de 270 hombres acusados de pertenecer a pandillas como Tren de Aragua y MS-13.
Trump reiteró su propuesta ante la prensa, describiendo a los criminales estadounidenses como “monstruos” que atacan a ancianos o empujan personas en el metro. “Me gustaría incluirlos en el grupo para sacarlos del país, pero hay que revisar las leyes, Steve”, dijo, dirigiéndose a Stephen Miller, su subjefe de personal y arquitecto de políticas migratorias.
Más tarde, Trump añadió que la
fiscal general Pam Bondi
está estudiando la
legalidad
de enviar a estos ciudadanos a El Salvador. “Si es un criminal nacional, no tengo problema. Hablamos de gente violenta, realmente mala”, afirmó.