El abigeato, que ha registrado un alarmante incremento en los últimos meses, afecta de manera desproporcionada a los pequeños ganaderos, quienes con la pérdida de tan solo dos o tres animales pueden ver comprometida su estabilidad económica.
La creciente ola de abigeato en el sur de Veracruz ha puesto en jaque a los pequeños productores ganaderos, quienes han alzado la voz para exigir que este delito sea catalogado como grave, pues a diferencia de los grandes ranchos, donde el robo representa una afectación parcial, en los pequeños productores puede significar la pérdida de hasta la mitad de su patrimonio, poniendo en riesgo su sustento y el de sus familias.
“Nosotros no tenemos grandes extensiones ni cientos de cabezas de ganado, trabajamos con lo poco que tenemos y si nos roban dos o tres vacas, prácticamente nos quiebran”, lamentó Luis Hernández, pequeño productor de Las Choapas.
DELITO GRAVE
Productores de Las Choapas, Agua Dulce y la región sureste han solicitado el apoyo de la gobernadora y la Fiscalía General del Estado para endurecer las penas y evitar que el robo de ganado siga devastando su patrimonio.
Los ganaderos han señalado que, actualmente, el abigeato no es considerado un delito grave, lo que permite que muchos de los responsables salgan en libertad tras pagar una fianza.
Esta situación ha generado un clima de impunidad y ha permitido que los robos continúen sin mayores consecuencias para los delincuentes. Por ello, los productores piden que el delito sea reclasificado y se apliquen sanciones más severas.
Productores de Las Choapas, Agua Dulce y la región sureste han solicitado el apoyo de la gobernadora y la Fiscalía General del Estado para endurecer las penas y evitar que el robo de ganado siga devastando su patrimonio.