Luego del trágico accidente que costó la vida del obrero Jesús Manuel Tapia, de 41 años, las autoridades han iniciado una investigación para determinar si hubo negligencia en las condiciones laborales dentro de la remodelación de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús.
El colapso de una trabe de varias toneladas, ocurrido la mañana de ayer, generó indignación y preocupación entre los trabajadores y la comunidad, pues en las imágenes captadas en días previos se observa que los obreros realizaban labores sin el equipo de seguridad adecuado, como arneses, líneas de vida o andamios.
De acuerdo con fuentes cercanas a la obra, la demolición del techo del templo se realizaba con mazos y taladros, con los trabajadores montados sobre las mismas trabes. La falta de medidas de protección ha encendido las alarmas sobre un posible incumplimiento de las normas de seguridad laboral establecidas por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
RESPONSABLES
Hasta el momento, no se ha dado a conocer públicamente qué empresa está a cargo de la remodelación del templo ni si existía un plan de seguridad para la ejecución de la demolición. Sin embargo, se espera que la Fiscalía General del Estado (FGE) y la STPS realicen inspecciones para deslindar responsabilidades y aplicar las sanciones correspondientes en caso de irregularidades.
Por su parte, feligreses y habitantes de la zona han expresado su consternación y exigieron que se tomen medidas urgentes para garantizar que los trabajadores cuenten con las condiciones adecuadas de seguridad y evitar más tragedias.
La familia de Jesús Manuel Tapia ha recibido el respaldo de compañeros y vecinos, quienes han organizado una colecta para ayudar con los gastos funerarios. Su velorio se lleva a cabo en su domicilio, donde amigos y familiares le han dado el último adiós en medio del dolor y la exigencia de justicia.