Cada noviembre, los hogares mexicanos se llenan de color, flores de cempasúchil y aroma a incienso para recibir a quienes ya partieron. En los últimos años, una emotiva costumbre ha cobrado fuerza en las festividades del Día de Muertos: dedicar también un altar a las mascotas fallecidas, esos compañeros que alguna vez compartieron la vida y dejaron huella en la familia, aunque hay una fecha específica para su ofrenda y te contaremos los detalles.
¿Cuándo se coloca el altar para las mascotas?
Aunque el Día de Muertos se celebra oficialmente el 2 de noviembre, muchas familias comienzan a montar sus ofrendas desde el 1 de noviembre, fecha dedicada a los niños difuntos, pues es el día en el que se cree que llegan sus espíritus, sin embargo, para las mascotas es antes.
El altar para las mascotas es colocado desde una semana antes, pues la fecha en la que ellos regresan a casa hasta sus ofrendas es en la madrugada del 27 de octubre, por lo que los creyentes de esta tradición colocan los altares desde un día antes (26). Este gesto busca “abrirles el camino” a los espíritus de los animales, para que visiten su antiguo hogar y disfruten de lo que tanto amaban.
¿Qué poner en el altar para mascotas?
El altar para las mascotas conserva la esencia de una ofrenda tradicional, pero adaptada a su vida y gustos. Entre los objetos más comunes se encuentran:
- Fotografía de la mascota, como símbolo de presencia y recuerdo.
- Comida o premios favoritos, desde croquetas hasta galletas o bocadillos especiales.
- Velas que guían su espíritu hacia el altar.
- Flores de cempasúchil, cuyas tonalidades naranjas y aroma representan el vínculo entre vivos y muertos.
- Agua para saciar la sed tras el viaje espiritual.
- Juguetes o accesorios personales como su collar, camita o manta favorita.
Algunos incluso añaden una nota o mensaje de agradecimiento, una forma sencilla y amorosa de mantener viva su memoria, además de otros elementos a elección de la persona.
El significado detrás de esta ofrenda
Honrar a las mascotas en el Día de Muertos refleja el papel que han ganado en la sociedad mexicana como miembros de la familia, guardianes de compañía y fuentes de amor incondicional. El altar no solo es una muestra de afecto, sino también una manera de darles un lugar en las tradiciones ancestrales, integrando a los animales en la celebración de la vida y la muerte, además que puede representar el agradecimiento y respeto que tenemos hacia ellos.


