Las familias que buscan a sus desaparecidos en Coatzacoalcos caminaron este 30 de agosto con el corazón en la mano y las fotografías de sus seres queridos colgadas al pecho, ya que no marcharon solas: el dolor compartido las unió en el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, recordando que detrás de cada ausencia hay una madre, un padre o un hijo que sigue esperando.
Con fotografías de sus seres queridos y la esperanza intacta en el corazón, integrantes del colectivo “Buscando tus Huellas”, caminaron sobre el Malecón desde la Plaza de la Bandera hasta la Pirámide del Malecón.
Ahí se detuvieron, una vez más, para pronunciar los nombres de aquellos que un día salieron de casa y nunca regresaron, ya que aseguraron la búsqueda jamás parara hasta encontrarlos sea como sea.
“Hoy es el día internacional de las desapariciones forzadas, recordamos todos los días las desapariciones forzadas, ya que recordamos que en el 2015 hubo un blindaje ahí desaparecieron más de 50 jóvenes, seguimos luchando nos da mucha tristeza no poder localizarlos aún, seguimos con la lucha para poder encontrarlos”, expresó Gabriela Torres Barradas, representante del colectivo.
El dolor se ha convertido en motor de las familias de municipios como Acayucan, San Andrés Tuxtla, Isla, Veracruz, Juan Rodríguez Clara, Sayula de Alemán, Oluta y Cosamaloapan, denunciaron que las autoridades no han mostrado avances significativos en las investigaciones. Aun así, ellas se han organizado para aprender a buscar, a escarbar y a dar acompañamiento a quienes apenas comienzan este camino.
“Vivir una desaparición cambia todo: se pierde la tranquilidad, llega el miedo y la angustia. Pero la fe nunca se apaga. Creemos que vamos a encontrarlos, así sea en las condiciones más dolorosas, pero los vamos a traer de vuelta a casa”, compartió una de las madres durante la concentración.
Este año, dijeron, los casos se han multiplicado en municipios como Isla, donde familias enteras no saben cómo actuar tras la desaparición de un hijo, un hermano o un esposo. Ante ello, los colectivos se han convertido en guías, ya que enseñan a interponer denuncias, a acudir a las fiscalías especializadas y a no dejar que el silencio oficial entierre a sus desaparecidos.
La mayoría de las víctimas, señalan, son jóvenes de entre 20 y 30 años. Detrás de cada nombre hay un sueño interrumpido y una familia marcada para siempre.
Al final de la marcha, los integrantes del colectivo, alzaron la voz para pedir a la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García, que cumpla su compromiso de reunirse con ellos.
“Ella sabe que en Veracruz todos los días desaparece alguien. Queremos que la reunión que puso para seis meses para reunirse con nosotros nos cumpla, le pedimos que nos escuche, que no nos dé la espalda”, indicaron.
Entre abrazos, lágrimas y palabras de aliento, las familias concluyeron su acto recordando lo que las mantiene vivas: la certeza de que nunca dejarán de buscar.
