El 8 de enero, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión retomó actividades y emitió un enérgico pronunciamiento ante las anunciadas políticas migratorias del entonces presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. El senador Gerardo Fernández Noroña, en representación de ambas cámaras, hizo un llamado al mandatario estadounidense para que reconsidere su estrategia de deportaciones masivas.
En un discurso cargado de referencias históricas, el senador recordó los valores plasmados en la Declaración de Independencia de Estados Unidos, enfatizando que los derechos a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad son principios universales que deben ser respetados.
“Le pedimos al gobierno de Estados Unidos que honre su legado como la nación de las libertades y reconozca las contribuciones de millones de migrantes, quienes han fortalecido su economía y sociedad durante décadas”, subrayó Fernández Noroña.
Renombrar el Golfo de México: una propuesta polémica
El martes 7 de enero, Donald Trump sorprendió al proponer un cambio de nombre para el Golfo de México, sugiriendo que se rebautice como «Golfo de América». Según Trump, este nombre reflejaría mejor la contribución de Estados Unidos a las actividades económicas y petroleras en la región.
Esta declaración generó una inmediata respuesta del Congreso mexicano. “El Golfo de México es un símbolo de nuestra soberanía. América es un continente, no una nación, y la mayor parte de este golfo pertenece a México. No aceptaremos un intento de minimizar nuestra identidad y territorio”, sentenció Fernández Noroña.
Un respaldo a la soberanía y al gobierno de Claudia Sheinbaum
El Congreso destacó que estas declaraciones son una muestra de respaldo a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y a su postura de defensa de la soberanía mexicana. Según los legisladores, el intento de renombrar el golfo es una acción simbólica que busca disminuir la relevancia de México en la región.
Fernández Noroña también reiteró que México continuará promoviendo el diálogo y el entendimiento con Estados Unidos, pero no tolerará políticas públicas basadas en el racismo, clasismo o cualquier forma de exclusión.
¿Qué implica este debate para México?
La propuesta de Trump de cambiar el nombre al Golfo de México no solo representa un desafío simbólico, sino también una posible apertura de tensiones en los sectores energético y ambiental. México, como nación soberana, tiene derecho a proteger sus recursos y territorio.
Este pronunciamiento también evidencia la postura de los legisladores mexicanos de enfrentar las políticas migratorias de Estados Unidos con firmeza, exigiendo un enfoque más humano y respetuoso hacia los derechos de los migrantes.