Pablo Gómez detalla ante la nación el «esquema de corrupción» que involucró 15 empresas y $100 millones de dólares en lavado. Presidenta asegura que el dinero regresará al pueblo mexicano.
El caso Genaro García Luna continúa arrojando luz sobre una compleja red de corrupción que operó durante al menos dos sexenios presidenciales en México. Este viernes 23 de mayo, Pablo Gómez, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), ofreció detalles contundentes sobre el esquema de defraudación, mientras la presidenta Claudia Sheinbaum celebró la reciente sentencia de una corte estadounidense y reiteró el compromiso de su gobierno para recuperar los fondos desviados.
La sombra de la corrupción que rodea al exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, se extendió aún más este viernes con las revelaciones de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de México. En la conferencia matutina presidencial, su titular, Pablo Gómez, expuso con detalle un «esquema de defraudación millonario» que, según las investigaciones, se extendió durante las administraciones de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
El Engranaje de la Corrupción al Descubierto
Gómez confirmó que una corte en Estados Unidos (específicamente en Miami, según reportes ) ha sentenciado a García Luna y a su esposa, Linda Cristina Pereira, a la devolución de sumas multimillonarias. La UIF detalló que este entramado involucró al menos a 15 empresas que participaron activamente en el lavado de aproximadamente 100 millones de dólares.
Más alarmante aún, el titular de la UIF aseveró que parte de estos fondos ilícitos fueron presuntamente destinados a financiar campañas políticas, una línea de investigación que la unidad se comprometió a demostrar. «Parte de ese dinero fue a dar a campañas políticas y lo vamos a demostrar», sentenció Gómez, añadiendo que existen procesos penales en curso en México contra varios implicados, con personas ya encarceladas y órdenes de aprehensión pendientes de ejecutar.
Según la UIF, la sentencia de la corte estadounidense se refiere a una cantidad que podría ser «tres veces los 250 millones de dólares que fueron demandados a García Luna y los mil 740 millones de dólares que se le impusieron a Linda Cristina Pereira». Estas cifras, de confirmarse su recuperación, representarían un golpe significativo a las finanzas de esta red.
«Estamos aquí hablando de este tema, de lo contrario nunca se hubiera escarbado nada ni se hubiera sabido nada, porque todo era hecho a la perfección. Este asunto no terminará aquí.» – Pablo Gómez, Titular de la UIF.
Reacción Presidencial: Justicia y Repatriación de Fondos
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se pronunció sobre estos avances durante la jornada, celebrando la sentencia estadounidense como un acto de justicia. «Honor a quien honor merece», declaró la mandataria alrededor de las 10:48 AM, reconociendo la labor de la UIF en el caso.
Sheinbaum fue enfática al asegurar que su gobierno no cejará en el empeño de que los recursos desviados por García Luna y su red regresen a México para ser destinados al pueblo. «Sobre este juicio que ocurrió en Estados Unidos donde el gobierno de México gana este juicio, para que García Luna y su familia devuelvan una cantidad muy importante de dinero… hay que darle el reconocimiento, ahora sí que honor a quien honor merece a la Unidad de Inteligencia Financiera», expresó la presidenta.
Asimismo, reiteró la postura de su administración de cero tolerancia a la corrupción y la colusión con el crimen organizado, un mensaje que busca contrastar con las prácticas expuestas en el caso García Luna.
Implicaciones y Desafíos Futuros
Las revelaciones de la UIF y las declaraciones presidenciales no solo buscan capitalizar políticamente la sentencia contra García Luna, sino que también subrayan la magnitud de la corrupción que, según las autoridades, permeó las más altas esferas del poder en administraciones pasadas. La implicación de dos sexenios y una quincena de empresas pinta un cuadro de un entramado sistémico y complejo.
El verdadero desafío para el gobierno mexicano ahora radica en la recuperación efectiva de estos capitales y su aplicación transparente, un proceso que suele ser legalmente intrincado, especialmente cuando los activos se encuentran en el extranjero o dispersos en complejas estructuras financieras.
Además, la promesa de investigar y demostrar el uso de estos fondos ilícitos en campañas políticas abre un nuevo frente que podría tener repercusiones políticas significativas en México si se persigue con rigor y sin sesgos. Este caso, emblemático de la lucha contra la corrupción en el país, continúa siendo un recordatorio contundente de las expectativas ciudadanas en materia de justicia, rendición de cuentas y el desmantelamiento de las redes que han permitido la impunidad. La credibilidad de las instituciones mexicanas estará bajo escrutinio conforme avancen las investigaciones y los procesos de recuperación de activos a nivel nacional.