La sanación emocional a través de terapias es fundamental es para establecer límites y no confundir el excesivo apego hacia los animales a consecuencia de experiencias negativas con las personas.
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Al respecto, la psicóloga Andrea Barcelata Pichardo indicó que las experiencias sociales provocan desconfianza y apatía con las personas tras ocurrir heridas emocionales, traiciones u otros conflictos.
“Yo entiendo que este fenómeno está pasando porque es mucho más fácil desarrollar un apego emocional con un animal que con un ser humano y todo esto se deriva por la complejidad del mismo ser humano, nosotros por las experiencias que tenemos con otras personas hemos sido herido por familia, amigos, parejas y esto puede hacer que desarrollemos una desconfianza, una apatía o cierta proyección negativa hacia otros seres humanos”, indicó la psicóloga.
Es precisamente que estas experiencias de vida hacia varios círculos sociales, hacen que las personas redirijan sus emociones hacia las mascotas, pues éstas no desarrollan comportamientos muy puntuales del ser humano.
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“Mi mascota nunca me va a mentir, nunca me va a juzgar o nunca me va a traicionar, entonces es un modelo de esquema cognitivo, nosotros aprendemos que los humanos nos hacen daño o que las personas son egoístas, entonces nuestra creencia en eso va a limitar el apego hacia otros seres y humanos, y a su vez viene el contraste de que los animales no entran en estos contrastes negativos”, detalló Barcelata Pichardo.
También la presencia a estímulos y situaciones de violencia, inciden en que las personas vuelquen su afecto hacia las mascotas.
“Al final se da por una desensibilización social, o sea, ¿qué quiere decir? Vivimos en una sociedad saturada de cosas negativas: Crimen, corrupción, violencia, eso puede llegar a fatigar la percepción social de cómo somos los seres humanos y que a su vez los animales no pueden tener esa defensa como los seres humanos”, sostuvo.
Ante ello, Andrea Barcelata recomendó que es necesaria la terapia, pues la empatía no debe priorizarse hacia un animal o una persona, pues esta cualidad es amplia; por lo que cada quien debe identificar las heridas ocasionadas por no gestionar adecuadamente las emociones ante conflictos con otros.
“La recomendación más básica es la sanación emocional, es necesario que nos quitemos la idea de que tenemos que elegir entre las dos especies: Humanos y animales, no es correcto porque si vamos aplicar la empatía lo podemos hacer para todo… no por el hecho de que un perro te mordió quiere decir que todos los perros te van a morder, es una experiencia negativa que se puede convertir en un trauma, eso hay que irlo sanando con terapia de límite y de autocuidado emocional”, puntualizó Andrea Barcelata.